La crítica de la semana: Entretener en tiempos revueltos

ANÁLISIS | Semana del 23 al 29 de marzo de 2020

La televisión es un servicio esencial, no solo por su compromiso con la información sino también por ser la válvula de escape que necesita la sociedad ante psicosis colectiva.

Probablemente, si eres menor de 50 años y dispones de una economía saneada, no tienes problema alguno para saciar tus horas muertas con los productos audiovisuales que proporcionan las plataformas de pago. Pero hay que ir un poco más allá; y pensar en esas generaciones que no conocen Netflix, o no se lo pueden pagar, o en aquellos que aún teniéndolo necesitan de la reconfortante compañía del entretenimiento en directo. Ya sean grabados o en vivo, los programas no informativos se agradecen más que nunca en estos días de angustia y tedio.

Aunque parezca imposible, todavía hay resquicios de vida más allá del Coronavirus. Las noches de los martes, los jueves y los domingos las pantallas españolas se llenan de historias mundanas; de un universo paralelo en una isla hondureña donde la gente todavía se abraza. Por primera vez en la historia los concursantes de ‘Supervivientes‘ están mejor que nosotros, y aunque no lo sepan; ellos, y todos los que trabajan para que el formato siga rodando, nos están haciendo la vida más fácil.

No es la edición más brillante pero claramente es la más útil que se ha hecho hasta ahora. Asomarse a la pequeña pantalla y poder disfrutar por unas horas de un grupo de casi famosos ajenos a todo es un regalo para las mentes más saturadas. La audiencia lo agradece y mantiene a ‘Supervivientes’ como el programa más visto del confinamiento, superando ampliamente los tres millones de espectadores en su gala del jueves.

El público está necesitado de historias, de cuentos con final feliz. Con el desenlace de ‘Maestros de la costura’ a la vuelta de la esquina, el formato presentado por Raquel Sánchez Silva vive su mejor momento en plena cuarentena. El programa lograba el pasado lunes ser la opción favorita de los espectadores alcanzando su máximo de temporada, un 13,2% de share.

El taller de costura de TVE disfruta de sus días más dulces. Mientras ‘Masterchef’ muestra claros signos de desgaste, programa de la misma productora con la estructura calcada, ‘Maestros de la costura’ cuenta con un buen número feligreses que valoran positivamente la evolución del formato. No es que la mecánica haya evolucionado mucho desde la primera temporada, pero sí que han conseguido crear un vínculo de familiaridad con su audiencia.

El público ya acude al programa reconociendo cada uno de los roles de sus personajes. Palomo Spain y María Escoté han entendido que esto va más de espectáculo que de costura, y Lorenzo Caprile se reivindica sin fisuras como uno de los grandes animales televisivos de los últimos tiempos. La tercera edición de ‘Maestros de la costura’ es una jauría surrealista que se mueve a la perfección entre modernidad y tradición, haciendo las delicias de la audiencia en estos días tan difíciles para arrancar sonrisas.

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Más Información

Ana Luque, ganadora de 'Maestros de la costura 6'.
La presentadora Lara Álvarez