Ya son diez años los que tenemos que retroceder para recordar el último certamen que se transmitió en un canal de televisión principal en España. Fue en el año 2008 cuando se vio la última gala de Miss España en Telecinco tras 17 años emitiendo el certamen. El motivo principal que dio la cadena, aducía a que era tiempo de crisis y no podían permitirse dar cabida al concurso.
Hoy en día, el concurso ha cambiado mucho, los valores personales, la forma de ser, la cercanía y la cultura de cada candidato están por encima de una belleza exterior muy subjetiva. Los cánones de belleza están desapareciendo poco a poco, y la existencia de un canon fijo como marcador de lo bello es un sinsentido que afortunadamente está desapareciendo. Desde hace unos años podemos ver modelos profesionales de perfiles muy heterogéneos, que son necesarios sacar a la luz en el mundo de la moda para que los complejos físicos sean historia algún día.
Estos concursos tienen en cuenta todo ello, la belleza es algo que se transmite casi al 100% por la actitud de cada persona y la confianza en uno mismo. En el certamen se transmiten valores muy importantes y sería de gran utilidad darles visibilidad a través de un canal principal de televisión. Así la gente podría cambiar su forma de ver la moda y su percepción ante este mundo, que a primeras puede parecer frío y poco amable pero que es todo lo contrario.
La televisión abarca temas de lo más variopintos y eliminar los concursos de belleza, en cuya realidad se fomenta el compañerismo, la convivencia entre los candidatos, y los distintos motivos por lo que se presentan, como por ejemplo el mío, es un error.
Represento a Madrid en Mister Internacional España 2018 que se celebrará el próximo mes de mayo en Los Realejos, Tenerife. Me considero un ejemplo del cambio radical en el mundo de la moda y el modelaje. Desde muy pequeños hemos visto como los modelos siguen unos patrones exactos para poder triunfar, una altura mínima, un peso, unas facciones concretas… patrones que hacen que desde que somos muy pequeños imitemos o intentemos seguir para ser lo más guapos y guapas posibles y es un error. Estos cánones lo único que consiguen es que muchas personas cojan complejos con sus condiciones físicas, como me pasó a mí.
Desde que tenía 16 años aproximadamente, mi mayor obsesión fue la altura, siempre he querido medir 185 cm ya que todos los modelos o personas relevantes en el mundo de la moda y la belleza lo median. Esto me llevo a tener un gran complejo ya que mido 175 cm. Afortunadamente hoy en día no tengo ese complejo, pero no siempre se superan.
En muchas ocasiones estos complejos te llevan a enfermedades como puede ser la bulimia o la anorexia, patologías graves y que el mundo de la moda debería evitar. Me siento muy satisfecho y orgulloso, ya que midiendo 175 cm puedo representar sin problema alguno a la Comunidad de Madrid, pero como mi caso existen muchos más y dándose a conocer en la televisión junto al propio certamen haría que muchos niños y niñas de edades complicadas con su físico, perdieran ciertos miedos y desaparecieran muchos complejos insistentes que pueden ser muy peligrosos.
Pero ya no solo por el mensaje que lanzan, también el entretenimiento que proporcionan estos concursos, por ejemplo, en el año 2005 el programa de 'Miss España' en Telecinco conquistó a 2.904.000 de espectadores y el 29,3% de share, datos extraordinarios y ¿por qué no volver a ellos? un ejemplo cercano es OT y la repercusión tan grande que ha obtenido tras su vuelta a pantalla.
El entretenimiento y la educación siempre pueden ir de la mano y si con ellos podemos solucionar problemas graves que hay en la sociedad y a su vez proporcionar un entretenimiento sano sería idóneo. Por ello estos concursos donde se le da verdadera importancia a temas que la necesitan deberían volver a ver la luz y relanzarse en las cadenas de televisión.
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