Season finale de 'The Walking Dead': el análisis

15,68 millones de espectadores en la season finale de la cuarta temporada de 'The Waking Dead'. La serie de AMC no da muestras de desgaste y anota su mejor temporada hasta la fecha. Los fans y la buena acogida de la crítica han elevado al formato hasta lograr convertirse en un fenómeno de culto mundial. El pasado domingo se daba por finalizada la temporada, cerrando una importante etapa en la trama y dejando al espectador con ganas de conocer las nuevas aventuras de Rick (Andrew Lincoln) y los suyos. Una nueva era se abre para la quinta temporada que llegará, previsiblemente, después del verano, en la que un nuevo peligro desconocido amenzará a los protagonistas.

La recién finalizada temporada de 'The Walking Dead' estubo marcada en su primera parte por la presencia de El Gobernador (David Morrisey), heredando de la tercera temporada la declarada enemistad con Rick y Michonne (Danai Gurira). Durante la midseason, el enfrentamiento se daba por finalizado tras un asalto a la prisión que acabó con muchas muertes y sangre por doquier. El altercado provocó que los protagonistas fueran cada uno por un lado distinto, intentando el reencuentro. De hecho, la última tanda de espisodios se ha encargado de mostrar las peripecias que han tenido que vivir, casi sin comida ni armas para defenderse de enemigos o de caminantes, en las cercanías del que había sido su hogar hasta hacía poco. Todos huyendo hacia un nuevo destino... ¿Terminus?

Terminus es el lugar al que han llegado la mayoría (al menos de momento) del grupo gracias a las señales que indicaban el camino hacia un "Santuario para todos. Comunidad para todos. Aquellos que llegan sobrevivien". Con este halagüeño mensaje, Terminus se presenta a los bienaventurados como una zona aislada de los caminantes en la que parece que un grupo de personas vive en paz y harmonía. Y digo parece porque la idílica imagen de la convivencia pacífica, se convierte en una trampa para los recién llegados. Tras ser aparentemente bien recibidos, el trío formado por Rick, Carl (Chandler Riggs) y Michonne, pronto se dan cuenta que en Terminus hay gato encerrado. Tras un tiroteo, finalmente son obligados a entrar en un vagón de tren aparcado junto a uno de los edificios. Cuál es la sorpresa para ellos cuando se encuentran de cara con Daryl (Norman Reedus), Glenn (Steven Yeun), Maggie (Lauren Cohan), Bob (Lawrence Gilliard Jr.), Sasha (Sonequa Martin-Green) y otros personajes que han aparecido en los últimos capítulos, que también han sido capturados. ¿Qué pretenden hacerles los habitantes de Terminus? ¿Qué peligros les esperan?

Este último capítulo, titulado misteriosamente 'A', ha vuelto a demostrarnos algo que el espectador más o menos tiene claro: y es que Rick Grimes no está muy cuerdo. La trama en este episodio se ha ido alternando con un cliffhanger en el que se muestran varias escenas en las que el difunto Hershell intentaba encaminar a Rick para que se alejera de esa locura que le azotaba desde la muerte de su mujer Lory. De vuelta al presente y tras un pequeño incidente, el padre de Carl vuelve a sacar al monstruo que lleva dentro. La cordura no es algo que últimamente caracterice a este personaje, que sentencia la temporada con un amenazador "Se van a sentir un poco estúpidos cuando se den cuenta que se están metiendo con la gente equivocada". Queda patente que el arranque de la quinta entrega de 'The Walking Dead' se basará en una nueva lucha entre los recien llegados y los habitantes de Terminus que hará aumentar la cota de tensión, misterio y vísceras.