'Ven a cenar conmigo: Gourmet edition': el programa que nos dejó con ganas de más

'Ven a cenar conmigo: Gourmet edition': el programa que nos dejó con ganas de más

Cuatro emitió este martes, 13 de marzo, la final de la primera edición de 'Ven a cenar conmigo: Gourmet edition'. En esta ocasión era Ana Obregón la que recibió en su casa a Lucía Etxebarría, Víctor Janeiro y Rappel para convencerles de su talento culinario y para conocer, por fin, quién se convertiría en el ganador de la primera edición del exitoso programa de los martes. La noche estuvo llena de grandes y anecdóticos momentos que finalizaron con la esperada victoria de Rappel, que ya sumaba 28 de los 30 puntos posibles, y el sorprendente empate con la actriz y bióloga, que hizo que por primera vez dos concursantes tuvieran que repartirse el premio.

La artista consiguió esta victoria gracias a unas dotes culinarias algo limitadas, como ella misma afirmaba, pero muy bien gestionadas para poder lograr la aprobación de los invitados con sobresaliente. Para ello, Ana optó por cocinar cuatro platos en honor a cuatro personas importantes en su vida. El entrante fue una vichyssoise que nunca había elaborado por su cuenta, ya que era una receta de su hermana Amalia, que se vio obligada a asistir a la casa de la actriz, con la olla exprés incluida, para que el plato pudiera servirse.

Ana Obregón recibe la ayuda de su hermana en 'VACC: Gourmet edition'

Durante su elaboración, además de ver cómo la actriz cocinaba con nata, de la que decía ser alérgica, los espectadores pudieron observar cómo la número dos de su promoción en Biología tenía serias dificultades a la hora de pelar patatas o filetear una pechuga de pollo, pechuga que, dicho sea de paso, fue obviada a la hora de explicarle la receta a Lucía, por lo que la vegetariana comió carne mezclada con el resto de ingredientes sin darse cuenta. Y es que la escritora estuvo a punto de incumplir su vegetarianismo no una vez, sino dos, cuando a punto estuvo de tragarse un caracol, provocando la indirecta de Janeiro: “has matado a un caracol ¿no te da pena?” — bromeaba.

Resueltos estos primeros problemas, ‘la Obregón’ sacó sus dos platos principales, haciendo honor a Robert De Niro en una ensalada y sacando, en el siguiente, la influencia italiana que adquirió con Alessandro Lecquio. Para ello, elaboró unos spaghettis al pesto que sufrieron los golpes de la bióloga contra los muebles de la cocina para comprobar si estaban al dente. Finalmente, estos se pasaron de cocción, hecho que agradeció Rappel, que afirmaba que no le gustaba la pasta dura.

Por otro lado, la escritora, tan agradecida de que Ana le hubiese preparado una cena “totalmente” comestible para ella, se dedicó durante la velada a elogiar a la artista como si de una fan acérrima se tratase, sintiéndose mucho más cómoda que en la entrega anterior, en la que el tema taurino, muy presente en la casa de Víctor, provocó disputas y alguna que otra salida de la vivienda por parte de Lucía. Sin embargo, pese a que esta vez el tema taurino no fuera nombrado en ningún momento, la insistencia de Lucía en cantar una y otra vez el tema de Jesulín de Ubrique, ‘Toda’, hizo que el torero le lanzase alguna que otra indirecta en la cena.

Ana sorprendió a sus invitados con la ayuda de dos strippers.

El postre, un helado de vainilla con fresas y chocolate que aprendió de su madre, vino acompañado de una charla donde los comensales comentaban cuáles habían sido los lugares más extraños donde habían practicado relaciones sexuales. Rappel admitió haber hecho el amor en “un escaparate de una tienda situada en una calle muy concurrida”, mientras que Lucía, muy reservada para sus temas personales, no se cortó en esta ocasión y contó algunos de los lugares donde ella lo practicó: “Jardines, portales, naturaleza abierta… Hay un dicho que dice ‘en peores garitas hemos hecho guardia’” — confesaba Etxebarría. Cuando parecía que los temas eróticos habían acabado, la anfitriona decidió contratar a dos strippers, recordando su personaje de ‘Ana y los siete’ y sorprendiendo a Rappel, que admitía que pensaba que iban a hacer un espectáculo de magia.

Ana Obregón y Rappel, ganadores de la primera edición.

El espectáculo finalizó y era la hora de conocer quién sería el ganador de la primera edición de ‘Ven a cenar conmigo: Gourmet edition’. Para conocerlo, Ana leyó el pergamino que indicaba el cuarto puesto de Lucía y el tercero de Víctor (que ya esperaban) pero, además, la sorpresa de que tanto ella como Rappel se convertían en los ganadores del concurso debido a un empate, por lo que el premio se repartiría entre los dos. Obregón decidió que su parte la donaría a una ONG que ayuda a niños con Síndrome de Down, mientras que Rappel se reservaba qué iba a hacer con su dinero con un “lo distribuiré a mi manera”.

Con la victoria de la actriz y el vidente, termina la primera edición de la versión con famosos del gran formato culinario que ha ido enganchando semana a semana a más espectadores, que nos deja con un gran sabor de boca y del que estamos ansiosos de ver nuevas entregas. ¡Un 10!

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