Tamara Gorro, mujer de Ezequiel Garay, ha querido denunciar públicamente el mal trago de su abuela con una enfermera con coronavirus.
No está siendo un confinamiento nada fácil para Tamara Gorro y Ezequiel Garay. El futbolista dio positivo en coronavirus, que alegremente ya ha superado. Pero, durante un mes no pudo ni acercarse a su mujer y a sus dos hijos. Un mes que a la colaboradora se le ha hecho eterno.
Por fin junto a su marido, Tamara Gorro ha querido hacer público un duro episodio que ha decido denunciar en su Instagram. Aunque en un primer momento tuvo dudas sobre si compartirlo o no, finalmente ha decidido desahogarse con todos sus seguidores.
"Necesito contarlo, tengo una angustia tremenda", empezaba diciendo la influencer, antes de contar su historia a través de una serie de stories. Su abuela, una mujer de 85 años, y, por lo tanto de riesgo alto ante el coronavirus, tiene que hacerse regularmente la prueba del sintrón. Esta prueba es fundamental ya que de descomponerse, podría derivar en problemas más graves para la anciana. "Ella ya ha pasado por dos ictus", ha revelado.
Pero, debido a la crisis sanitaria del coronavirus, estas pruebas se están llevando a cabo en las casas de los pacientes, y no en el hospital. O al menos, eso pensaba Tamara y su familia, que gracias a unos vecinos han descubierto que le están obligando a acudir a los centros de salud.
Su disputa con una enfermera
Así lo ha explicado ella en los videos subidos en sus stories. "La jefa de enfermería, de la que sé el nombre pero no lo voy a decir se puso de una manera muy desagradable y muy borde con mi madre. Le colgó el teléfono y le dijo que la única solución era acudir".
Inmediatamente después, Tamara Gorro se puso en contacto con esta enfermera: "Comprobé lo mismo. Me dijo que ella no estaba para discutir estas gilipolleces".
Muy enfadada, la influencer siguió intentando contactar con la enfermera, sin recibir ninguna respuesta por su parte. Lo que no se esperaba, es que, al día siguiente, la sanitaria se presentase en el domicilio de su abuela, sin mascarillas, ni guantes, ni bata y, según ella, tratándola "de muy malas maneras", dirigiéndose a ella como "vieja".
Por si esto fuera poco, la enfermera reconoció que se había incorporado al trabajo hace una semana tras dar positivo en coronavirus. "No sabemos si está recuperado o si aún está infectada por el virus". Además, la enfermera les dijo que debe ir sí o sí al centro de salid "igual que todo el mundo".
"Mi abuela tiene un ataque de ansiedad brutal. Hemos puesto una reclamación y yo estoy intentando poner una denuncia de manera online porque esto me parece vergonzoso", ha zanjado la colaboradora. Además, ha asegurado que aún no les han dado el resultado de la prueba del sintrón.
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