Con la llegada del curso escolar las cadenas nos tenían preparada una avalancha de ficciones televisivas. La cantidad no vino de la mano de la calidad; y quizás, para encontrar algo de originalidad, tuvimos que recurrir al universo digital.
Tras la época dorada de las ficciones españolas (‘Vis a Vis, ‘El Ministerio del tiempo’,…) la televisión nacional parece que está de nuevo en una era de estancamiento mental. Los planteamientos transgresores y las narrativas que rompían con lo establecido dieron paso a una retahíla de series con puntos de partida ya vistos. La primera en llegar este curso fue la segunda temporada de ‘Mar de plástico’, con un notable 17,8% de share se plantó en el prime time del lunes y empató con el siempre resultón Osborne. La serie protagonizada por Rodolfo Sancho sigue abusando de las tonalidades amarillentas y regalándonos momentos de trifulca callejera a lo Chuck Norris del todo prescindibles, pero hay que agradecerle cierta agilidad en sus guiones y una mejora en el casting actoral. No es un día nada fácil en lo que competencia se refiere, Carlos Lozano y sus granjeros amorosos atracaban en la noche de Cuatro con un plausible 9,4%. ‘Granjero busca esposa’ no nos ofrece nada nuevo, lo rudo y lo extravagante toman peso esta temporada y se echa mucho de menos la sutileza de Luján Argüelles.
Por si no fuera poco reñida la noche del lunes TVE nos obsequiaba a todos con la gran creación audiovisual del siglo XXI. Sin nadie reclamarlo pero pagándolo todos llegó la segunda temporada de ‘Olmos y Robles’, su estreno marcó un 10,2% de share y nos confirmó la necesidad de educar visualmente en las aulas. No mucho mejor le fueron las cosas al segundo estreno de la cadena, ‘La sonata del silencio’ marcaba un 11,4% el martes para mostrarnos un producto nunca visto en La1, una serie de época. Es evidente que la cadena tiene un filón en este género pero tras tropecientos productos calcados el público potencial parece empachado. La sonata no es un mal producto, su factura está cuidada y en su elenco encontramos nombres destacables, pero necesitamos aire fresco, lo de la diferencia de clases y el amor en tiempos de guerra ya está muy manido.
El aire fresco parece que este otoño tendremos que buscarlo en las redes, después de unos meses de espera por fin llegaba la segunda entrega de la entrañable ‘Paquita Salas’ a la plataforma Flooxer. Ya veneré esta web serie hace unas semanas así que tampoco voy a reiterarme, pero no hay ninguna comedia española a su altura en estos momentos. Consiguen que la cotidianidad se vuelva locura, que el sector quede al desnudo y que la relación entre su protagonista y Belén Cuesta nos recuerde a los mejores momentos de las chicas Almodóvar. En esta amalgama de series y cadenas Telecinco sigue a su ritmo caribeño, su liderazgo basado en el entretenimiento continúa imperando y las ficciones son solo presentes en sus promociones, ecos lejanos de productos guardados en los cajones de Vasile que antes de llegar a estrenarse ya parecen gastados.
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