'Gran Hermano 20' ha acabado por fin después de una edición para el olvido por la mala gestión y por la demoledora respuesta del público. Y el desenlace ha estado a la altura de lo que ha representado esta edición, siendo una gala triste y absolutamente antitelevisiva que culminó con la victoria de Rocío Gallardo.
Por ello, los datos son los que son. La final promedió un desolador 7,2% de cuota de pantalla y 575.000 telespectadores de media en su emisión completa sin fragmentación. Un registro terrorífico que reconfirma que el formato está sentenciado.
Troceada, la última entrega de 'GH 20' obtuvo un paupérrimo y casi inexistente 4,7% de share en el bloque express de 21:45 a 23:13 horas y un 10% en el tramo principal, emitido fundamentalmente en la madrugada. Es por eso (y por la nula competencia) que pudo engordar en cuota y alcanzar al menos el doble dígito en esa franja.
Aun así, fue última opción del público entre las ofertas generalistas en estricta competencia y no evitó sellar la peor final de la historia como era de esperar, dejándose 8,3 puntos de share y casi 600 mil telespectadores de media con respecto a 'Gran Hermano 19', que cosechó un 18,3% y 1.121.000 hace un año.
Este mínimo histórico para una final provocó que Telecinco anotara un catastrófico 5,9% de cuota en prime time, la franja de mayor consumo y la más competitiva. También propició que la cadena marcara un 8% en el cómputo global del día, mermando una media mensual (8,8%) que presagia que Telecinco va a firmar el peor diciembre de su historia.
En esa mala media diaria también tuvieron mucho que ver las desastrosas cifras de algunos de sus formatos de daytime. 'El tiempo justo' con Joaquín Prat registró un 7,8%, 'Agárrate al sillón' un 7,5% o el informativo nocturno un 6,4%.
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Sobre la firma
Soy redactor, editor y subdirector de El Televisero, portal televisivo de referencia con 16 años de historia.




