Aunque parezca mentira, ya ha pasado otra nueva temporada de 'La casa del dragón', el spin-off precuela de 'Juego de tronos'. Ahora solo nos queda esperar un par de años para poder disfrutar de la tercera temporada. Y ojo, porque su creador Ryan Condal ha confirmado que finalmente la serie solo constará de cuatro temporadas. Pero hasta 2026 no tendremos nuevos capítulos, ya que el siguiente rodaje comenzará a principios de 2025. Entre medias podremos ver, eso sí, la nueva serie del universo de George R.R. Martin, 'El caballero de los siete reinos'. Y también tenemos que hablar de ese final de 'La casa del dragón', que nos ha dejado un poco bastante fríos.
Toda esta temporada 2 se ha caracterizado por ser más pausada que la primera, más centrada en los tejemanejes políticos y los movimientos militares, que en momentos de acción muy puntuales. Cuando uno se hace a la idea de que es un tipo de serie más calmado, más lento que 'Juego de tronos', disfruta mucho más de lo que tiene delante. Y este capítulo 8 ha sido una muestra más de ello, aunque nos deja en un punto similar al final de la anterior temporada.
Sobre todo porque ya se nos prometió guerra en esta nueva hornada, y esa promesa se repite al final de esta. Un poco tramposo, Condal. Las cosas como son. De hecho, los fans han respondido bastante mal ante este desenlace, otorgándole una nota media en IMDB de 6,4, la más baja de toda la serie. Solo superada por el 4 que tiene el final de 'Juego de tronos'.
Eso sí, el reparto sigue a muy buen nivel. Como los primeros episodios. Destacando por encima de todos las dos reinas: Emma D'Arcy, que da vida a Rhaenyra; y Olivia Cooke, que interpreta a Alicent Hightower. Ellas dos son el alma y el corazón de la serie. Sus conversaciones han sido lo mejor de la temporada, y lo demuestran con ese diálogo final, en el que una Alicent desesperada busca ayuda en su antigua amiga para detener la guerra. El problema es que el tercero en liza, Matt Smith, ha perdido mucho, por culpa de una trama insulsa y absurda que le ha tenido apartado de la trama principal la mayor parte del tiempo. Sin ningún tipo de oportunidad para lucirse.
Así ha sido el final de 'La casa del dragón'
Este último episodio de la temporada 2 de 'La casa del dragón' se toma su tiempo en arrancar, como ha sido la tónica habitual. Aunque Rhaenyra parece haber dejado atrás sus miedos e inseguridades, el personaje ha perdido fuerza a pasos agigantados. Gracias a este final, al menos volvemos a ver esa fortaleza que nos deslumbró en 2022. Las piezas se siguen moviendo como en un tablero de ajedrez y todos juegan su parte. Incluso Tyland Lannister, que va en busca de piratas para hacer frente a la Serpiente Marina de Corlys Velaryon, que mantiene un bloqueo alrededor de Desembarco del Rey.
A la que vemos con las cosas más claras es a Alicent, que sabe que tiene que huir de palacio y unirse con Rhaenyra. Es la única forma que tiene de poder sobrevivir ante la guerra que se avecina. Mientras, Daemon sigue a lo suyo en su aventura a lo Scooby Doo en el castillo encantando de Harrenhal. La trama más absurda de la serie, haciendo que perdamos bastante interés en uno de los personajes más interesantes. Aunque nos ha dado algo que llevábamos mucho tiempo queriendo: conexión directa con 'Juego de tronos'. Su visión del futuro es de lo más intrigante de todo este episodio final. Sobre todo porque confirmamos que Daenerys es ese "príncipe que fue prometido para unir al reino". La vemos a ella de espaldas sosteniendo los tres huevos de dragón, además del Rey de la Noche.
Una visión que le hace replantearse sus chiquillerías, y centrarse en lo realmente importante: apoyar a Rhanerya como reina de Poniente. La banda sonora de Ramin Djawadi apoya mucho toda esta escena, al igual que la secuencia final, con todos los personajes viajando a su destino. Uno de los mejores momentos de toda la serie, sin lugar a dudas. Sobre todo gracias a esos planos paralelos de Alicent y Rhaenyra. Una de ellas, libre al fina. La otra, atrapada por su destino. No puede elegir. Es algo que al fin ha aceptado, y ya tiene a su lado toda la fuerza que necesitaba.
Así que este desenlace, en el que también vemos a Aegon huyendo de Desembarco del Rey junto a Larys Strong, de cara a volver a ocupar el trono en un futuro, nos deja con un sabor agridulce. Por una parte, no llega la guerra prometida, y tendremos que esperar aún a la tercera temporada para ver la famosa danza de dragones. Pero, por otro lado, la visión de Daemon y esa conversación tan electrizante entre Alicent y Rhaenyra, nos han dado algo de oxigeno y profundidad. De todos modos, 'La casa del dragón' ha terminado una segunda temporada de peor calidad, demasiado pausada, y con pocos momentos impactantes.
Entre los fans tampoco ha entusiasmado demasiado, así que ahora solo nos queda esperar hasta 2026 para ver si, por fin, llega la tan ansiada guerra de las guerras de Poniente, y descubrimos el destino de los Targaryen. Confiamos en Condal, y en todo el gran equipo que hay detrás de la serie. Sabemos que solo van a darnos alegrías. El problema es que llegan demasiado con cuentagotas.
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