Joaquín Prat se ha mojado como nunca sobre el extinto 'Sálvame' y lo que ha supuesto el programa en la última época en la parrilla de Telecinco. Dice sin rodeos que representó un histrionismo exacerbado y, en paralelo, habla abiertamente de una pérdida de elegancia y saber estar en la TV.
En estos demoledores términos se ha pronunciado en una entrevista que este domingo publica el diario El País. "La elegancia nunca hay que perderla en televisión. Eso me lo enseñó Ana Rosa. En determinados momentos, se ha perdido la elegancia, la educación y el saber estar", asevera sin cortapisas.
Y cuando le preguntan si su aleccionadora va a recuperar esa supuesta elegancia perdida con su llegada a las nuevas tardes de Telecinco, Joaquín Prat se enfanga hasta el fondo con unas palabras que, sin duda, originarán polémica. "¿Es que se había perdido?", responde inicialmente con sorna y con una risa muy significativa.
"Creo que marcará un punto de inflexión. Sálvame es historia de la televisión por su innovación, pero me voy a mojar: el histrionismo es como el que se compra un coche amarillo. Le encanta, pero a los dos días está de él hasta los cojones. Si se hubiese comprado uno gris, le duraría más años", ha sentenciado respecto a los motivos que han propiciado su fulminante cancelación de la noche a la mañana.
Por otro lado, Joaquín Prat también confiesa lo duro que ha sido encadenar 'El programa de Ana Rosa' y 'Ya es mediodía' en la última temporada. "Me debo a mi cadena y a mi productora, pero era como conducir cuatro horas a 80 por hora y luego un tramo final en el que tenía que ir a 200, justo cuando estaba más cansado. Ha sido una temporada agotadora para mí", lamenta.
En ese sentido, el comunicador reconoce que ha pagado un alto precio y que, especialmente, le ha pasado mucha factura de cara a la percepción que tiene de él la audiencia. "Me jode, porque me han dicho que me ha pasado factura con el espectador y que me veían más tenso y distante. No me gusta no estar a la altura de mi trabajo. Conozco los motivos, he reseteado y comienzo nueva etapa", advierte.
Una nueva etapa que pasa por el nuevo magacín matinal 'Vamos a ver' en el que se rehúye de la política. "Confieso que me siento un poco huérfano, aunque también algo aliviado. La política en televisión te compromete mucho y no tiene la repercusión que crees que va a tener. El espectador de las mañanas está saturado", valora Joaquín Prat.
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