Jordi González se está haciendo fuerte en TVE. La televisión en la que empezó su carrera le ha vuelto a dar la oportunidad de volver a la pequeña pantalla. Y a lo grande. Tras su debut en una marca consolidada como 'Lazos de Sangre', en la próxima temporada televisiva se pondrá al frente de un reto nada desdeñable.
Conducirá un magacín vespertino, que llevará por título 'La Plaza', y que vendrá a complicar las tardes a Ana Rosa Quintana y a Sonsoles Ónega en Telecinco y Antena 3. Y es que la cadena pública está experimentando un notable ascenso en audiencias en los últimos meses en detrimento de la debilidad del canal de Mediaset.
Un grupo audiovisual al que Jordi González ha estado ligado durante dos décadas. El catalán puede presumir de que la mayor parte de su haber televisivo se ha producido en la compañía italiana, donde le han sido confiados diversos formatos y sobre la que ha hablado distendidamente en una entrevista para el diario El País.
El comunicador ha sido preguntado por algo que ha generado una gran controversia en estos meses: la implantación de un Código Ético por parte de los nuevos directivos que han llegado a Mediaset tras la salida de Paolo Vasile. "Es una empresa privada. Mediaset no me cuesta dinero, así que puede hacer lo que desee", empieza respondiendo Jordi antes de dar su punto de vista.
"Yo no lo haría. No creo en la censura, aunque sí en la autocensura. La gente con la que trabajas tiene que ser de tu confianza. Y si confías tampoco necesitan un manual de instrucciones para trabajar. Hace muchos años, solo había tres cosas de las que nos prohibían hablar de forma crítica: de la Familia Real, de la lucha contra ETA y de El Corte Inglés. Eran temas tabúes. Creo que este código ético es algo pasajero", ha sentenciado Jordi González.
Jordi González: "El primer damnificado fue Jorge Javier cuando dijo que Sálvame era un programa de rojos y maricones"
Igualmente categórico se muestra cuando le preguntan por la influencia de las redes sociales a la hora de tomarse decisiones en las empresas mediáticas. En este caso, se refiere directamente al precio que ha pagado su compañero Jorge Javier Vázquez. "Las redes son un campo de minas. El primer damnificado, si hablamos de lesiones que te pasan factura, fue precisamente Jorge Javier cuando dijo que Sálvame era un programa de rojos y maricones. Fue un comentario irónico que pagó en su momento porque su frase se reprodujo en internet fuera de contexto", comenta.
"Sin demonizar internet, todo eso de las audiencias sociales es bullshit. Si un directivo de televisión toma decisiones en función de los trending topics, creo que está equivocado. Twitter no solo está sobrevalorado a nivel financiero, también a nivel de influencia", ha añadido el periodista. Hay que destacar que mucho se ha escrito sobre si el declive que experimentó 'Sálvame' de forma repentina tuvo que ver con ese tipo de proclamas de Vázquez.
Precisamente sobre Jorge ha recordado la imposición que el antiguo CEO, Paolo Vasile, le hizo para aparecer en pantalla. "Se operó la miopía y, cuando fue a presentar Aquí hay tomate sin gafas, Vasile le dijo que se las pusiese porque tenía cara de mala persona y de hijo de puta. Tiene que ser tremendo ahorrar para que te metan un láser en el ojo y que te digan eso", apostilla Jordi González al respecto.
Además, no duda en revelar cuál fue su verdadera relación con Vasile. "Fue muy cordial y educada. En casi 25 años me llamó solamente una vez la atención. Fue porque permití en La Noria que Jimmy Giménez Arnau se burlara de la Virgen María. Vasile me llamó el lunes al despacho y me dijo: '¿Tú has pensado que entre nuestros accionistas hay personas católicas? ¿Es necesario ofender a los accionistas?'. Me di cuenta de que era verdad. No hace falta tolerar la ofensa. Todo ha cambiado mucho", reflexiona.
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