La polémica denuncia de Gustavo González sobre su cruzada con Mariló Montero: «Es un acoso…»

El pasado 6 de julio comenzaba el juicio que enfrenta a Mariló Montero con los paparazzis Gustavo González y Diego Arrabal por unas fotos que estos la hicieron en topless en Borra Bora en el año 2015. La periodista pide para ellos seis años de prisión.

La vista tuvo lugar en la Audiencia Provincial de Barcelona. La Fiscalía ha quedado al margen de la causa, ya que no considera que haya delito al no haberse publicado las instantáneas. Pese a esto, Mariló Montero acusa a los paparazzis de revelación de secretos. Y, además de cárcel, solicita una indemnización por los daños morales causados.

La revista ‘Pronto’ se ha puesto en contacto con Gustavo González quien ha reconocido que espera que «la justicia no esté contaminada». A la pregunta de si está tranquilo, el que fuera colaborador de ‘Sálvame’ confiesa que «es imposible estar tranquilo cuando alguien te torpedea proceso tras proceso. Es un acoso tremendo, y no entiendo qué sentido tiene».

Mariló Montero pide 6 años de cárcel para Gustavo González y Diego Arrabal

Sobre si espera que la sentencia sea favorable, el fotógrafo explica que «hay detalles que se incluyen ahora que ya están juzgados y son sentencias favorables a nosotros. Pero la defensa de la señora Montero los sigue incluyendo. Es incomprensible». Según ha asegurado Gustavo González, la fecha del juicio será a finales de enero del 2024.

Mariló Montero reclama para los paparazzis seis años de prisión para cada uno. Además de una indemnización de 265.000 euros por los daños morales causados con el intento de venta de las imágenes. La periodista demandó en el año 2015 a Diego Arrabal y a Gustavo González por intromisión ilégitima en el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen por unas fotos que le hicieron entre diciembre de 2014 y enero de 2015 junto a su familia en las Islas Maldivas.

Pero las más polémicas fueron otras tomadas en 2015 en Bora Bora con una amiga en las que aparece en topless. La presentadora alegó que las imágenes habían sido tomadas sin su consentimiento. Y además se usaron en varios programas de televisión para cuestionar su orientación sexual.