Un comensal de ‘First Dates’ clama un «no puede ser» por su cita y avisa: «¿Me puedo ir?»

Sara y David han sido una de las parejas que se ha presentado en la nueva entrega de ‘First Dates’ en busca del amor y de una persona con la que compartir su vida, pero lo cierto es que las cosas no han marchado como les gustaría y, al poco de comenzar la velada, han podido comprobar que sus gustos no son para nada afines. Más bien opuestos.

Sara, que es creadora de contenido para adultos, se ha descrito como una chica «sencilla, con gustos y personalidad peculiar» porque, a tenor de sus palabras, «no soy una fotocopia de la gente». Además, ha acudido al dating show de Cuatro con una consigna clara: la persona que quiera ser su pareja tiene que aceptar a lo que se dedica.

Muy singular era también David. Se ha presentado como una persona extrovertida, que se deja llevar sin límites y que está abierto a todo. Es más, ha confesado su afinidad por las relaciones abiertas: «Me gustaría tener una relación liberal con una persona que comparta mi forma de pensar». En ese sentido, se ha mostrado defensor de vivir una vida sexual abierta.

Si bien, la carta de presentación cuando ambos se han conocido en ‘First Dates’ no ha resultado insatisfactoria al inicio y las impresiones han sido buenas a priori. Sin embargo, conforme ha ido avanzando la cena han empezado las tiranteces y las sorpresas en negativo. Ambos han descubierto que eran completamente incompatibles. David se ha pedido un chupito de tequila y a Sara, que odia el alcohol, se le ha dibujado un cara de pocos amigos. De hecho, le ha soltado que las personas que beben por costumbre no le gustan.

Acto seguido, salía a la luz otro punto de discordia. La soltera buscaba a un chico que no le guste salir de fiesta y que sea casero como ella, que ha asegurado pasar el 90% del tiempo en casa. El problema es que él ha confesado ser bien diferente: «Yo me levanto y si pájaro canta, estoy bailando». Vamos, un dicharachero en toda regla y, claro, eso es algo que tampoco le ha agradado a la joven.

No obstante, lo peor estaba por llegar. Sara ha desvelado que detesta el reggaetón. En cuanto ha escuchado esas palabras, David se ha echado las manos a la cabeza, ya que precisamente escucha ese tipo de música y le apasiona. «¿Me puedo ir? Es demasiado tío, no puede ser», ha exclamado al borde del abandono, pues para él eso es algo sagrado. En ese momento, el comensal ha tenido claro que él y Sara no tenían nada en común definitivamente.

Tampoco lo tenían en lo físico y sexual, ya que cuando el equipo de ‘First Dates’ les ha propuesto un juego erótico en una sala aparte, ella se ha mostrado poco participativa y respectiva e incluso se ha negado a besarle. Al parecer, Sara nunca se ha sentido capaz de besar a alguien si no siente una fuerte atracción y lo cierto es que por David no ha la había sentido ni de lejos.

Llegado el momento de la decisión final, pese a que David ha decidido olvidar lo malo de la cita y ha expresado que le gustaría tener una segunda oportunidad, ella ha verbalizado un rotundo ‘no’ por esa incompatibilidad y por no sentir atracción. La cita de David y Sara parecía que no podía ir a peor, pero finalmente así ha sido y los dos han emprendido caminos separados.