Telecinco evoca a ‘Pasapalabra’ con ’25 palabras’ y un final de ‘Reacción en cadena’ como digno rival del Rosco

'25 palabras' 'Reacción en cadena'
'25 palabras' 'Reacción en cadena'

Telecinco acierta diversificando sus tardes con ’25 palabras’ y ‘Reacción en cadena’, dos concursos prometedores que nos libran del hastío de ‘Sálvame’.

Telecinco ha comenzado la revolución de sus tardes con el estreno de ’25 palabras’ de la mano de Christian Gálvez y ‘Reacción en Cadena‘ capitaneado por Ion Aramendi. Dos concursos internacionales que desembarcan en la parrilla en un momento crucial para una cadena que necesita abrir más su abanico de ofertas y, muy especialmente, revitalizar y auspiciar las tardes ante el desgaste que presenta ‘Sálvame‘ tras casi 14 años en antena.

El programa de La Fábrica de la Tele, que hasta ahora ha sido un buque insignia del canal, experimenta así una notable reducción en su duración para dejar hueco a dos nuevas y prometedoras apuestas para la segunda parte de la franja vespertina. Una banda horaria extraordinariamente complicada para Telecinco ante la fortaleza que ha adquirido Antena 3 con ‘Pasapalabra’.

’25 palabras’, un ritmo frenético y un envoltorio y mecánica que retrotrae a ‘Pasapalabra’

’25 palabras’ es un concurso que, cuando se confirmó su adaptación, ya nos sonaba a ‘Pasapalabra’. Probablemente, esa fuera la intención del grupo Mediaset comprando este formato norteamericano en su lucha por encontrar un quiz show que tuviera la recepción que necesitan como agua de mayo. La audiencia tiende a ser asociativa y la marca de los productos es trascendental para captar su atención.

Y el nuevo programa de Christian Gálvez cumple con ese propósito por esa cuestión y por todo el aderezo que le envuelve. Pese a que es el mismo estudio que albergaba el extinto ‘Alta Tensión’, los cambios introducidos en el decorado han sido bastante agradecidos. La iluminación del plató es satisfactoria, con predominancia de un color azul que contribuye a que el espectador vea similitudes con el concurso que presenta Roberto Leal.

Las semejanzas no se quedan ahí. Ciertos planos, los dos equipos participantes, el papel de dos famosos por cada uno de ellos, la línea gráfica, la permanencia del ganador, un bote con posibilidad de ir incrementándose diariamente y que Christian Gálvez sea el maestro de ceremonias son ingredientes que traen a la memoria las tardes de Telecinco cuando poseía ‘Pasapalabra’. Es pronto para decirlo, pero quizás con ninguno de los concursos testados anteriormente (‘El Tirón’, ‘El Precio Justo’ y ‘Alta Tensión’) han tenido tanto atino como con este.

El destacable ritmo y el humor que hay entre los concursantes durante la adivinanza de las palabras es otro de sus puntos fuertes y eso también evoca a los verdaderos momentazos que ofrecía ‘Password’. Sin embargo, como aspecto negativo habría que reseñar la incorporación de sofás en el plató. Es un elemento bastante singular para un espacio de este género e igualmente un hándicap, pues visualmente desentona y propicia, en ocasiones, que afecte a la tensión que debe concitar un concurso.

‘Reacción en cadena’, un inicio menos ágil pero con una prueba final digna de medirse con ‘El Rosco’

Por su parte, ‘Reacción en cadena’, que recoge directamente el testigo de ’25 palabras’, ha roto con el frenetismo de su antecesor en el inicio; que ha resultado un tanto tedioso y con menos dinamismo y agilidad. El principio puede costar al espectador para meterse e involucrarse en la mecánica desde su casa, pero el buen hacer de Ion Aramendi provoca que acabes conectando con el game show.

Si hay algo que merece una alabanza inapelable es el enorme magnetismo que destila el presentador vasco. Traspasa la pantalla y es indiscutible la energía que transmite. Puestos a comparar, podríamos decir que tiene un mejor y más amplio plató que el de Christian y que la puesta en escena es más acorde con un formato de esta guisa: no como sucede con ’25 palabras’ debido a la inclusión de esos sofás tan chillones que carecen de sentido.

La línea gráfica y los luminosos colores empleados en el decorado siguen la estela del concurso de Fénix Media y eso aporta continuidad entre sí. También recuerda a su inmediato competidor. De manera que queda de manifiesto la máxima de Telecinco para atraer la atención del público. Un reto muy grande si tenemos en cuenta que coincide con la franja más delicada para el canal.

Y, como decimos, aunque el arranque ha sido más débil y desabrido, ‘Reacción en cadena’ va claramente de menos a más. Varias pruebas disputadas por dos equipos que buscan la mayor suma de dinero posible para enfrentarse a la prueba eliminatoria y a la gran final. Se trata de la ronda que determina si el grupo victorioso se lleva el bote y si se asegura además la permanencia.

Sin duda, esta última fase eleva ostensiblemente el nivel del programa y logra que el espectador reconecte con facilidad. Además, el juego final del concurso de Aramendi es un rival muy digno y nada desdeñable para ‘El Rosco’ de ‘Pasapalabra’. Genera un formidable clímax de tensión. Un colofón perfecto que hace que, finalmente, te quedes con buen sabor de boca a pesar de que el inicio aturda.

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