Gloria Camila tiene que evitar así que Ortega Cano saque su peor cara y sale escaldada

Gloria Camila ha tratado de mediar para que José Ortega Cano no se pusiera violento con la prensa ante las preguntas en plena calle.

La guerra abierta entre Ana María Aldón y Gloria Camila y la relación entre la colaboradora de 'Viva la Vida' y José Ortega Cano está en boca de todos. Hace una semana, el torero dio el paso de llamar a 'Ya son las ocho' para solicitar tanto a su hija como a su mujer que le dejen tranquilo y no le metan en sus asuntos.

Mientras, Ana María Aldón ha pegado la espantada y hay mucha preocupación por su estado. Por ello, la prensa no duda en seguir los pasos tanto de José Ortega Cano como de su hija Gloria Camila. Y este martes, les han captado a ambos mientras iban por la calle.

Pero parece que José Ortega Cano no quiere saber nada de la prensa y cada vez se muestra más nervioso cuando le preguntan por sus problemas familiares. "No quiero molestarle", le advertía el reportero. "No me molestes!", le soltaba Ortega Cano.

"¿Me deja hacerle un par de preguntas?", le preguntaba entonces el reportero. "¡No me haga ninguna pregunta porque no me apetece!", respondía el torero. "Solamente como está usted, ¿cómo está?", insistía el reportero. "Que no me haga ninguna pregunta", volvía a soltarle Ortega Cano. "Ay, Papá", se oía a Gloria Camila.

"Pero solamente decirme cómo está", repetía una y otra vez el reportero. Para tratar de que les dejaran tranquilos, Gloria Camila optaba por responder ella de forma contundente. "Está perfecto, está bien", aseguraba la colaboradora de 'Ya son las ocho' sobre el estado de salud de su padre.

"¿Cómo está usted?", soltaba de repente Ortega Cano hacia el reportero. "Papá", le volvía a decir Gloria tratando de calmar las aguas. "Qué me dejes", le decía cabreado el torero a su hija. "No quiero molestarle de verdad, aunque creo que lo hago", aseveraba en ese momento el reportero. "Pero solo preguntarle cómo está y ya está maestro", volvía a insistir. Y era ahí cuando Gloria paraba los pies al reportero: "Oye, ya", terminaba diciendo.