El actor de 'La que se avecina' Fernando Tejero ha relatado su dura historia por no aceptar su homosexualidad, coinciendo con la celebración del Orgullo.
Fernando Tejero se ha sincerado como nunca sobre su sexualidad. Aunque el actor de 'La que se avecina' ya había hablado antes de que es gay, ahora ha relatado en una campaña de Lelo, como fueron esos primeros años en los que él fue consciente de su sexualidad en una sociedad retrógrada que no aceptaba a alguien como él. Tejero relata que sufrió bullying y que incluso se ocultaba y estuvo a punto de caer en una depresión.
"Sufrí bullying, que en aquella época no tenía nombre", explica el intérprete. Fernando Tejero no se aceptaba tal y como era e incluso recurría a su fe en Dios para tener esperanza y que un día, de golpe y porrazo, se despertara heterosexual. "Incluso llegué a pensar que ocurriría un milagro y que yo dejaría de ser homosexual", cuenta.
De hecho, cuenta que él nunca llega a contárselo a sus padres, sino que estos se enteran por la televisión una vez él ya es famoso. "Cuando mis padres se enteran yo ya era una persona conocida, se enteraron por la televisión porque yo nunca me senté con ellos para contárselo", cuenta. Pero es que como bien reflexiona, no "tenía la necesidad" de hacerlo.
Fernando Tejero relata lo duros que fueron esos primeros años en los que no se aceptaba tal y como era. "Tenía pluma desde pequeño y la voz afeminada", explica. Cuenta que durante años intentó cambiarse hasta la voz para no parecer "maricón": "A día de hoy tengo la voz grave por forzarla, por no querer tener esa voz y la pluma me la quité a base de mucho esfuerzo y de no querer tenerla".
"El primero que no se aceptaba era yo, no quería, bajo ningún concepto, creer que pudiese ser homosexual"
Emocionado, relata que en sus inicios en ningún momento llegó a aceptarse. "El primero que no se aceptaba era yo, no quería, bajo ningún concepto, creer que pudiese ser homosexual". A raíz de todo ello confiesa que sufrió una depresión porque "es muy difícil tener que ocultarlo, tener que andar fingiendo, hasta tuve novias". Es más, Fernando Tejero confiesa que si no llega a liberarse en Madrid, hubiese acabado "casado y con niños".
En un testimonio desgarrador, Fernando Tejero cuenta que él estaba dispuesto a vivir en una mentira el resto de su vida. "Mi idea era vivir con esa mentira el resto de mi vida. Me causó tristeza, pena y represión. Hoy hay más información, hemos avanzado muchísimo y está bastante más normalizado, aunque sigue habiendo muchísimo prejuicio y homofobia, con lo cual, hasta que eso no se acabe, va a haber muchísima gente que va a seguir teniendo miedo".
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