RTVE renueva 'MasterChef Celebrity' por una séptima edición con cláusulas para garantizarse mayor control sobre los contenidos y la selección de los concursantes.
La pasada edición de 'MasterChef Celebrity', que coronó a Miki Nadal y Juanma Castaño como ganadores estuvo salpicada por el suicidio de Verónica Forqué. Su polémica participación puso en el punto de mira al talent culinario y abrió un profundo debate sobre la salud mental, ante las críticas hacia la actriz en redes sociales durante su paso por el programa de TVE.
Tras la trágica muerte de la intérprete, José Manuel Pérez Tornero, presidente de RTVE, declaró en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus Sociedades que reflexionarían "profundamente" sobre este tema, "para que esto no pueda ni debatirse en los próximos tiempos". Además garantizó que "moralmente" tendría que debatir los matices de reality presentes en el programa. "Es un concurso de habilidades. A veces, los matices entre unos y otros son discutibles", sentenció.
Paralelamente, el Consejo de Administración de la Corporación aprobó recientemente una auditoría interna para analizar el talent, examinando el coste y evolución del formato de Shine Iberia. Finalmente, RTVE ha dado luz verde a la séptima edición de 'MasterChef Celebrity' estableciendo una serie de condiciones a la productora, según avanza Bluper.
Dicho acuerdo fue cerrado el pasado mes de febrero. Entre los compromisos exigidos para renovar el espacio en su versión 'Celebrity', que vuelve después de Semana Santa con su décima edición de anónimos, están el cuidar mucho más a los concursantes; y que el programa se centre en la cocina, las recetas y la transmisión de valores.
Además, RTVE se garantizará un mayor control de los contenidos y tendrá la última palabra en la elección de los concursantes. "RTVE podrá exigir a la productora que efectúe las modificaciones que resulten necesarias para adecuar el contenido de los guiones y demás aportaciones creativas y de producción al planteamiento general de esta serie de programas, a los contenidos y al plan de trabajo aprobados inicialmente por RTVE", reza el acuerdo.
Otro de los quebraderos de cabeza para la corporación es la gestión publicitaria del formato, y de cara a evitar la publicidad encubierta, han acordado que para evitar cualquier responsibilidad de RTVE será la productora quien se responsabilice si hay algún tipo de sanción. "La productora se responsabilizará de que no se contrate en la producción y/o aparezcan en imagen, productos con marcas o denominaciones comerciales, ni se hará mención verbal o gráfica que pueda significar publicidad (expresa o encubierta), cuya emisión está prohibida para RTVE", han rubricado en una de las clásusulas.
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