El DJ ha aclarado que le echó algunas cosas en cara a su madre y desde entonces no han hablado
Kiko Rivera ha vuelto a sentarse en 'Sábado Deluxe' para hablar de su madre, Isabel Pantoja. El DJ ha anunciado en Telecinco, pese a asegurar que no volvería a sentarse en uno de sus programas, una determinación que cambia drásticamente el futuro de su madre. Además, ha comentado frente a María Patiño la verdadera relación que tiene con su madre tras reencontrarse por la muerte de su abuela.
Explica que justamente fue la muerte de su abuela lo que le hizo cambiar de pensamiento. Sin embargo, explica que el problema no se ha solucionado: "Sigo teniendo el mismo problema con mi madre, tenemos que charlar. Sigo pensando lo mismo. Al despedir a mi abuela, me di cuenta que la teoría no tiene nada que ver con la práctica. Cuando me enteré que mi abuela había fallecido se me partió el alma. He tenido un sentimiento de culpabilidad horroroso".
Kiko Rivera explica en 'Sábado Deluxe' que ya no se habla con Isabel Pantoja: "Que me llame cuando le de la gana"
Rivera explica a los colaboradores del programa que el cambio en su vida era más que necesario. "Mi vida se basaba en buscar la respuesta. Me convertí en una persona con la que no estaba cómodo ni yo mismo", cuenta a la vez que anuncia que le ha perdonado la deuda a Isabel Pantoja: "Lo único que he hecho es perdonarle lo económico, eso lo tengo decidido. No voy a estar luchando por un dinero que no voy a recuperar ni en 25 años. Mi madre se tiene que sentar conmigo y explicarme, en eso no ha cambiado nada. No voy a volver a una guerra que me perjudica en mi salud mental".
No obstante, no todo son buenas noticias. Kiko Rivera ha explicado en 'Sábado Deluxe' que vuelve a no tener relación con Isabel Pantoja. Unos días después del fallecimiento de su abuela, Rivera se pone en contacto con su madre. "Llega el día en el que le mando un mensaje en el que le digo de vernos y estar los dos juntos para hablar. Y ahí aparece Isabel Pantoja. "¿Preguntarme tú? Te tendré que preguntar yo, ¿no?", me dice. Tiene prepotencia. Creo que tengo que acostumbrarme a su manera de ser y ya está. La llame, le dije todo lo que pensaba y le aclaré que no la iba a llamar más", explica molesto.
Más tarde, en una conversación con ella pudo decirle todo lo que pensaba. "Le eché en cara que en el aniversario de la muerte de mi padre quitara mi nombre". Fue justamente este ataque el que marcó un antes y un después en su relación: "Desde ese momento no me volvió a contestar y yo no la he vuelto a llamar". "Me gustaría que cuando a ella le de la gana me llame y me explique el por qué de todo", acaba diciendo Rivera.
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