El público se subleva contra el «despropósito» de Antena 3 con ‘Mask Singer’: «Se lo han cargado»

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Las redes sociales claman contra Antena 3 por retrasar el final de las galas de ‘Mask Singer: Adivina quien canta’ hasta altas horas de la madrugada: “Inadmisible”

El efecto sorpresa de Mask Singer: Adivina quien canta se ha esfumado a pasos agigantados. Desde su estreno el pasado 4 de noviembre en Antena 3, el formato producido por Fremantle se ha dejado por el camino en su primer mes en emisión a más de 1,2 millones de espectadores perdiendo casi 6 puntos de share respecto al dato de su primera gala (27,4%). Un síntoma de desgaste que no ha afianzado a una audiencia fiel semanal que ayude a amasar una media tan alta como la de su estreno, a pesar de que los resultados están siendo muy buenos para la cadena.

Pero las redes sociales han perdido la paciencia con la gala 5 que desenmascaró a Fernando Tejero. Muchos espectadores a través de Twitter han clamado en contra de la principal cadena de Atresmedia por el retraso constante y continuado del final de las galas de ‘Mask Singer’ hasta altas horas de la madrugada. Un talent show que se vendió como un programa de disfrute para toda la familia, desde los más pequeños de la casa hasta los más veteranos, pero que está perdiendo fuelle por sus incesantes y pesados parones de publicidad.

La Gala 1, casi sin anuncios para captar más adeptos, funcionó como un tiro gracias al descubrimiento del León, la modelo Georgina, y por la hora de su fin: Las 00:10 horas, una hora decente que también se replicó en la segunda noche al desvelar a Pepe Navarro. La Gala 3 empezó a retrasarse media hora hasta llegar a las 00:45 horas, dato parecido en la Gala 4 terminando a las 00:55 horas. Pero la quinta noche de máscaras ha finalizado a las 01:20 horas de la madrugada, entre varios cortes publicitarios que han acaban enfureciendo a los espectadores: «¡Se están cargando el programa!«.

El sentimiento generalizado por parte de muchos usuarios en las redes sociales era que a la propia cadena le «da igual el programa», no respetando las horas de sueño de los millones de espectadores que se han enganchado al programa. La audiencia está más que resabiada y acostumbrada a que los canales privados metan exceso de anuncios, pero cada vez aguantan menos los cortes. Y en un formato como ‘Mask Singer’, de hora y media de duración por gala, se pierde atención e interés huyendo «a la competencia».

Nadie duda de la gran potencia del concurso por su mecánica y su impacto visual con unos disfraces coloridos que llaman la atención por lo inusual de verlos cantar mientras juegas en familia o con amigos a desvelar la identidad de la persona que se esconde dentro, pero todo ese envoltorio perfecto se diluye entre un ritmo que se hace demasiado lento por tanto corte publicitario y la desaparición del «factor sorpresa».

Aquel factor que nos enamoró en su estreno, pero que con el paso de las galas, y conociendo prácticamente la identidad de muchos de los personajes ocultos bajo los disfraces por sus voces obvias y por las pistas ofrecidas por el programa, el juego de «adivinar» pierde emoción.

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