El actor Miguel Rellán se ha mostrado muy crítico en 'Espejo Público' tras superar el coronavirus.
Tras estar 21 días ingresado en el hospital y superar el coronavirus, Miguel Rellán ha reaparecido este lunes en 'Espejo Público' para relatar cómo se encuentra, cómo lo vivió él y analizar la actualidad.
"Es como si te hubiera pasado una apisonadora por encima", confesaba sobre lo que supone pasar la covid-19. Y es que además el actor ha visto cómo ha perdido hasta 12 kilos.
"He hecho un máster con 'cum laude' de 21 días metido en el hospital a punto de ir para el otro barrio", aseguraba dejando claro que aunque lo ha pasado muy mal "no pensé que me estaba muriendo".
Preguntado por los rebrotes y una más que posible segunda ola de contagios, el mítico actor de 'Compañeros' no duda en mostrarse crítico con los políticos. "Nuestros ilustres políticos no se están poniendo las pilas como debieran. Está cantado que cuando llegue el invierno, llegará el rebrote definitivo mezclado con la gripe", opinaba muy contundente.
Pero sin duda, la crítica más feroz de Rellán va destinada a los jóvenes y a los ciudadanos incívicos que no respetan las medidas de seguridad. "Yo no pondría multas, los llevaba a un hospital. A lo mejor soy muy duro, pero los llevaba a meter cadáveres a los ataúdes", expresaba el actor sobre lo que él haría para concienciar a todo el mundo.
La crítica hacia los futbolositas
Al ser preguntado por cómo ve que puede gestionar el mundo de la cultura toda esta crisis, Rellán lo tiene claro. "No lo entiendo. ¿Por qué puedo ir en el autobús o en el metro lleno y si llego al teatro no podemos estar juntos? Algo falla ahí", se quejaba y temiendo que un nuevo confinamiento termine matando a los actores, músicos y gente de la cultura.
A ese respecto sobre las imágenes de plazas de toros llenas, Rellán reconoce que durante años se aficionó a los toros aunque ahora no quiere saber nada de ese mundo. "Entiendo de toros, y me gusta muchísimo los toros, pero renuncio a ese placer. Es una barbaridad. Maltratar a un animal para que yo me divierta no es cultura", afirmaba.
Por último, Rellán tampoco duda en mostrarse duro contra los futbolistas. "Los futbolistas sí se dan besos y abrazos y escupen en el suelo. ¿Y después hacen La Traviata en el Teatro Real separados dos metros cada uno. Insisto, hombre blanco, no entender", concluía.
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