Las cuentas en rojo de los colaboradores de 'Sálvame' salen a la luz.
Las cuentas pendientes de los colaboradores de 'Sálvame' han salido a la luz. Y esta vez no hablamos en sentido figurado. Los principales colaboradores del programa han respondido abiertamente a cuestiones cómo el dinero que deben a otras personas, si son morosos con Hacienda, o si algunos amigos les deben dinero a ellos.
El programa arrancaba con una voz en ‘off’ que amenazaba: "Hoy os enfrentáis a una tarde muy difícil. Ha llegado a nuestros oídos que hay alguien muy rápido para pedir dinero, pero no para devolverlo. Sabemos que uno de vosotros tiene una deuda muy cuantiosa con una persona muy conocida".
La voz continuaba rezando: "Este famosos está harto de esperar y va a reclamar vuestro dinero en directo. Moroso o morosa de 'Sálvame': estate muy atento porque hoy te van a sacar los colores y quizás también te hagan sacar la tarjeta de crédito y la cartera. Mucho dinero está en juego".
Ante esta inquietante afirmación, los colaboradores se han colocado en fila india y uno a uno han dado detalles del estado de sus cuentas. Belén Esteban se ha apresurado a aclarar que no debe dinero a nadie, pero que sí se lo deben a ella. Concretamente, se lo debe su exrepresentante y archienemigo Toño Sanchís, con unas cifras que ascienden hasta los 600.000 euros. Asimismo, ha asegurado que ha dejado dinero a otras personas que nunca se lo han devuelto.
Precisamente una de sus deudoras en el pasado fue su compañera Raquel Bollo, a quien en su día cedió 12.000 euros. La amistad entre ambas casi termina cuando un día la Esteban le reclamó en directo todo lo que le debía. "Me arrepiento de haberlo contado. La culpa fue mía y me arrepentiré toda la vida. Raquel, un beso", se disculpaba.
Por su parte, Kiko Matamoros también ha reconocido haber prestado dinero a sus seres más cercanos: "Yo le he dado dinero a mis amigos". Al tiempo que confesaba que él sí debe dinero. Una preocupación que no tiene Antonio Montero, que asegura no deber dinero a nadie.
Sin embargo, la experiencia de Lydia Lozano ha sido algo más nefasta. "Dejando dinero a amigos he perdido mucho dinero. Y también he perdido amigos por eso", ha asegurado, poniendo el ejemplo de una amiga suya, llamada Menchu, a la que le prestó unas 300.000 pesetas de la época para montar un bar en La Latina.
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