La crítica de la semana: Brisa de esperanza para Cuatro

ANÁLISIS DE AUDIENCIAS| Semana del 20 al 26 de mayo de 2019

Las últimas apuestas nocturnas de la hermana pequeña de Telecinco gozan del beneplácito de la audiencia y podrían ser su última esperanza para salvar los muebles. Tras tocar fondo a principios de año con medias mensuales deplorables, mayo da un respiro temporal a Cuatro.

Consolidado el trono de Telecinco con su liderazgo ininterrumpido durante años, Mediaset por fin ha decidido poner remedio a la lamentable situación que atraviesa Cuatro. Lo que en sus inicios fue un soplo de aire fresco para la televisión nacional ahora es una travesía del desierto con destino a ninguna parte. La cadena roja es la opción televisiva generalista con una imagen de marca menos definida, ha pasado de ser un refugio de actualidad y entretenimiento progresista a una indefinición de estilo y  target al que dirigirse. Cuatro ya no se parece a nadie, ni siquiera a sí misma, lo más parecido a sus inicios es #0 de Movistar. Esta falta de identidad ha provocado el desapego de una audiencia acostumbrada a viajar siempre a terrenos reconocibles. Si quieren actualidad se van a La Sexta, si les apetece una ración de cine americano se van a Antena 3, que siempre tienen, y si quieren entretenimiento puro y duro siempre les quedará Telecinco. Cuatro empezaba el año con medias inferiores al 5% de share, pero parece que gracias a la reformulación de sus noches puede acabar el mes con unas decimas por encima.

Si bien es verdad que su programación diaria hace aguas, esta semana nos deja tres grandes datos en el prime time de Cuatro. El primero de ellos es público y notorio, es el formato más visto del año. Buena jugada la de la televisión transversal empleada por Mediaset con ‘Supervivientes’, a riesgo de perder algo de audiencia en con su traslado del martes a Cuatro, el grupo audiovisual consigue dar una visibilidad notable a una cadena en horas muy bajas. Esta semana el programa conducido por Carlos Sobera lograba ser el espacio más visto de su franja con un excelente 21,4% de share, superando con creces a un clásico como ‘Masterchef’. Estos son datos inimaginables para Cuatro, que le sirven no solo para estirar considerablemente su media diaria sino también para promocionar el resto de espacios de la cadena durante sus pausas publicitarias. El éxito total y transversal de ‘Supervivientes’ es digno de estudio, un programa que supera el 30% cada jueves y consigue liderar con holgura las otras dos noches que se emite a la semana. Telecinco y su universo paralelo, un ejemplo de entretenimiento perfectamente diseñado que ocupa conversaciones de café y trending topics en España, callando a todos esos eruditos que dan la televisión convencional por muerta.

Los otros dos soplos de aire en las noches de Cuatro dejan sabores distintos en el paladar del espectador. Por un lado tenemos uno de los mejores documentos de costumbrismo español que nos ha regalado la televisión este año de la mano de ‘En el punto de mira’ y por otra el prescindible concurso de Santi Millán en la noche del lunes.  El espacio de reportajes de Cuatro nos ofrecía esta semana un recorrido terrorífico por un edificio de Benidorm abandonado a la suerte de los morosos, una experiencia entre la película REC y las investigaciones callejeras de Aída Nízar en un vecindario mucho más surrealista que el de ‘La que se avecina’. En este caso la reportera, con un par de narices y mucho más desparpajo periodístico que mucha estrella encumbrada, conseguía un relato hipnótico a la vez que destapaba las miserias morales de la justicia en España. ‘En el punto de mira’ alcanzaba esta semana un notable 7,2% de share. Incomprensiblemente, mejor le van las cosas a ‘Adivina qué hago esta noche’ que el lunes lograba un gran 8,2%. Tras los buenos datos cosechados me vi obligado a ver el concurso y no recuerdo tal sinsentido desde la llegada de Ciudadanos a la política española. Lo único salvable es Santi Millán, el resto es una mecánica imposible que pretende mezclar el talent show más low cost con el juego del ‘¿Quién es quién?’. De verdad, intentadlo, es de esos fenómenos paranormales que gustan a la audiencia pero no les veo el aliciente por ningún lado.

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