Víctor Janeiro sorprendió con su menú en la tercera entrega de Ven a cenar conmigo: Gourmet edition, pero no como Rappel la semana pasada por sus elaborados platos, ni siquiera con unos platos exóticos a la vez que abundantes como los elaborados por Lucía Etxebarria. El torero, que ya hizo saber en los anteriores episodios que su habilidad en la cocina era limitada, no quiso complicarse y fue a lo seguro. Ni corto ni perezoso, el hermano de Jesulín de Ubrique se plantó, en el capítulo emitido el 6 de marzo, con un plato de huevos con patatas fritas, para la sorpresa del resto de concursantes.
Al plato principal se unieron dos más: una “bosqueña” ensalada a la que llamó “Fantasía del bosque” y un postre llamado “Mi primera vez”, que, si bien su nombre hacía referencia a la primera experiencia sexual de Víctor, también lo llamaba así por ser la primera ocasión en la que elaboraba esta panacota a la que la Obregón era alérgica.
A la hora de realizar este menú, el menor de los Janeiro pensó en Lucía Etxebarría, vegetariana declarada, aunque previamente la escritora bromeó con la posibilidad de que le sirvieran rabo de toro “por hacer la gracia”. La escritora llegó a replantearse no acudir a la cena para evitar ver lo que finalmente acabó viendo: la casa de Víctor, como era de esperar, estaba llena de cuadros taurinos, trajes de luces y banderillas. Finalmente llegó, y, pese a estar dispuesta a dejar el tema de la tauromaquia de lado para evitar tensiones, Lucía no pudo evitar abandonar el piso cuando Víctor empezó a enseñar los objetos que le acompañan en la plaza y “enseñó” a torear a la ya recuperada de gastroenteritis Ana Obregón, que, muy interesada por el tema, se vistió con la chaquetilla de Víctor y emuló algunos de los movimientos con el capote.
Previamente a la llegada de la escritora, Víctor planteó a sus otros dos compañeros la posibilidad de que Lucíapudiera terminar toreando, pero no fue así y Lucía se marchó del piso ante el desconcierto de los demás, que pensaban que quizás se había ido al baño. En el rellano del piso de Víctor, Lucía declaró que “no puedo con todo lo que sea sobre matar animales, me he marchado porque no quiero escuchar detalles”. Un rato después la escritora regresó y pidió evitar el tema de los toros, cosa que pareció sentarle peor a la bióloga que al torero, respondiéndole que no podían tratar evitar un tema que resume la vida del anfitrión. El tema no se apartó del todo, lo que provocó una situación tensa entre Lucía, Ana y Víctor.
A lo largo de la noche los concursantes hablaron de sus experiencias sexuales. Rappel no se cortó y explicó la importancia del sexo en su vida y cómo fue su primera vez. En este sentido, Lucía volvió a ser la más reservada con su vida privada, y solo contó que atraía a más mujeres que a los hombres. En lo que Lucía no se cortó fue a la hora de pedir llevarse los obsequios que deseaba, consiguiendo por fin la túnica que Rappel le había prometido, aunque quedándose con las ganas de irse a casa con la botella de aceite de Víctor Janeiro.
Pese a la sencillez de la cena, el torero obtuvo muy buena puntuación, sumando 24 puntos y quedándose a muy poco de superar al vidente, con 28. La semana que viene, la actriz y bióloga Ana Obregón será la encargada de cerrar las cocinas de la edición Gourmet de Ven a cenar conmigo, programa que ha calado en sus espectadores, recibiendo el elogio del público a su elaborado y humorístico montaje y aumentando su audiencia una semana más.
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