La crítica de la semana: Las chicas del share

ANÁLISIS DE AUDIENCIAS | Semana del 13 al 19 de noviembre de 2017

Las sucesoras naturales de Ana Rosa y María Teresa tomaban esta semana el control de las noches televisivas. Cada una de ellas con su sello personal, son la ya no tan nueva hornada de profesionales de la pequeña pantalla.

A uno le puede gustar más o menos el estilo de Samanta Villar, pero es de las pocas comunicadoras que sigue sorprendiendo en cada paso que da. No solo sorprende sino que es capaz de dotar de su esencia cada uno de los formatos que presenta, a la vez que aglutina a la audiencia. El segundo capítulo de ‘Samanta y…” se consolidaba como la apuesta de entretenimiento más fuerte de Cuatro al lograr un estupendo 10,4% de share. El título del programa ya es una declaración de intenciones, llevar el nombre propio de la periodista ya implica un sello reconocible y apreciado por el espectador. Samanta es marca propia, una marca que repite planteamientos pero sigue rompiendo esquemas. La nueva apuesta de Villar cede el protagonismo a terceros sin descuidar la implicación absoluta de la catalana. Samanta  emana curiosidad, puede parecerte una soberana estupidez el asunto en cuestión, que ella consigue trasladar sus dudas a las cabezas a de los espectadores. Con la intención de provocar y captar el interés de la audiencia, explora esas realidades escondidas para dar visibilidad a historias que algún día dejarán de ser “anormales”. Puede pecar de egocéntrica, exagerada, vende motos… pero nunca deja de ser Samanta.

La otra gran estrella de Cuatro practica otro tipo de género pero también tiene su sello propio. Luján Argüelles despedía esta semana ‘QQCCMH’ ante un notable 9,8% de share. Pese al olor a chamusquina que desprende el formato, la retranca de la presentadora continúa arrojando algo de luz al universo “tróspido”.  Luján y los magistrales editores son los únicos que sustentan un programa que merece reposar en la nevera, para volver algún día con personajes bizarros tan hipnotizantes como los de las primeras ediciones. Cuatro también debería empezar a reubicar a la presentadora, tras tanto dating show su progresión ha quedado algo estancada. Argüelles tiene desparpajo y salero para no vivir siempre encorsetada en formatos tan guionizados, sería un error encasillarla dentro de un género tan marcado y perder sus otros talentos por el camino. Debe seguir siendo la cara visible más desenfadada de Cuatro. Tiene el punto justo de acidez e ironía para levantar alguna de las franjas de la cadena, por ejemplo la de unas tardes que viven al borde de la extinción de la audiencia.

Y cambiamos de cadena para hablar de la que es sin duda una de las mujeres del momento, televisivamente hablando. El conflicto “catalanoespañol” infló los datos de La Sexta y con ello Ana Pastor recogió los frutos de años afianzándose en el imaginario colectivo como una de las referencias informativas más solventes de la España del Siglo XXI. Tiene la virtud de compartir ideología con muchos de sus espectadores y seguir incomodándoles cuando entrevista a uno de los suyos, con toda la contundencia que lo hace con los de signo contrario. El pasado jueves estrenaba ‘Dónde estabas entonces’ con un magnífico 12,4% de share. El programa, que a priori podía parecer una revisión más de la tan idealizada Transición española, ofrecía nuevos documentos gráficos y testimonios que le daban un nuevo enfoque a este ejercicio de revisionismo histórico. Viendo el flamante proyecto de Ana Pastor uno se plantea el desaprovechamiento tan descarado que está haciendo TVE del incalculable valor televisivo que tiene en su archivo.

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