ANÁLISIS DE AUDIENCIAS| Semana del 4 al 10 de septiembre de 2017
Todavía quedan vestigios de lo que fue la tediosa programación veraniega y las cadenas ya han sacado a la palestra su arsenal de ficciones nacionales. La decepción, por si alguno teníamos alguna esperanza, ha sido importante.
En la tele, como en la vida, no hay nada peor que depositar grandes esperanzas en el resto de mortales. Esta semana leía que algunos insensatos esperaban que ‘Ella es tu padre’ fuera la ‘Transparent’ española, para los que no conozcan la serie americana sería como buscar similitudes entre el talento de Sonia Monroy y el de Meryl Streep; imagino que la bofetada de realidad al ver la nueva comedia de Telecinco fue importante. El primer capítulo de la serie no fue peor de lo intuido en su promoción, no esperábamos mucho más de lo que vimos. La serie no pecó de pretenciosa y eso se agradece, pero eso no quita que pueda morirse la única neurona que nos queda con vida al llegar a casa si decidimos conectar con Telecinco los lunes por la noche. Puede resultar graciosa a ratos, muy pocos, hasta que aparece la figura icónica de la comedia española: el típico amigo que hace de tonto y que su personaje no tiene más entidad que la de decir sandeces, un hombre tan básico que provoca la carcajada entre los espectadores más “torrentianos”. La serie no fue del todo mal al registrar un 16,6% de share en su estreno, esperemos que el talento de Belén Cuesta y Carlos Santos encuentre su sitio y los guiones les ayuden brillar como los grandes intérpretes que son.
El martes llegó ‘El incidente’, o mejor llamémosle un accidente televisivo de tamaños mayúsculos. La nueva serie de Antena 3 se estrenaba tras dos años guardada en un cajón y era recibida por los espectadores de forma tibia, con un correcto 14,9% de share. Lo peor de este incidente fue lo mucho que prometía y el mal sabor de boca que dejó una vez sufrido todo su primer capítulo. Soy sincero, la ciencia ficción aplicada a las series españolas me produce cierta aversión, pero en este caso me predisponía a sentarme frente al televisor sin prejuicios, confiando en el buen hacer de las ficciones emitidas por Antena 3 en los últimos años. Pues nada, esto me pasa por iluso, tantas vacaciones a uno le hacen ver la vida de color de rosa y termina llevándose chascos cuando se da bruces con la realidad. La serie es un despropósito, no tanto por sus efectos visuales chapuceros que podrían quedar tapados por una buena trama, sino por una historia mal contada que resulta previsible e inverosímil desde el primer segundo. A los cinco minutos de empezar el capítulo vemos a Marta Etura en una cama de hospital contándole a su marido que se está beneficiando a su hermano, y oh, sorpresa, el hermano aparece por detrás. Todo este tono “culebronesco” mezclado con un ambiente de misterio de película de serie B de La Sexta. Tienen el entorno, tienen a santa Bárbara Lennie… y deciden crear un una amalgama de géneros imposibles que por exceso de ingredientes termina resultando indigesta.
La esperanza vino de la mano de TVE el jueves por la noche. Tampoco es que sea la panacea ni que tengamos argumentos suficientes para callar bocas entre los talibanes pro Netflix, pero ‘Estoy vivo’ ofreció mucho más de lo esperado. La audiencia la catapultó como el estreno de ficción más visto de la semana al lograr un notable 17,3% de share. Una serie familiar consciente que ya no es suficiente con los desayunos multitudinarios en la cocina con la Juani preparando café. La trama, que nace de un premisa sobrenatural, termina difuminando los tonos menos creíbles gracias a un retrato de personajes muy reconocibles, con tramas muy cercanas en las que identificarse y emocionarse. En todo este ejercicio de credibilidad son fundamentales las interpretaciones de Javier Gutiérrez y Anna Castillo. Ella es de esas actrices que una vez vista en ‘El Olivo’ ya sabes que la nueva generación de penélopes y maribeles ya la tenemos cubierta.
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