Tengo que confesar que la premisa de la serie ‘iFamily’ no me terminaba de convencer. Ni el argumento, ni los avances. Ni siquiera el título de la ficción. No obstante, me senté en el sofá, sintonicé La 1 e intente dejar a un lado los prejuicios que tan bien alimenta ese aquelarre llamado Twitter. Pongámonos en situación: la comedia cuenta la historia de dos hermanos enfrentados, Kike y Luis, y la de los cuatro hijos de este último: Laura, Carlos, Miguel y Ana.Un trágico accidente provoca que Luis, papel interpretado por Antonio Garrido, entre en coma. Sin embargo, pronto se descubrirá que su estado vegetativo es falso y que deberá hacerse pasar por enfermo para evitar ir a prisión por estafa. Y es aquí donde empieza un giro argumental tan difícil de creer que provoca tedio. Porque ‘iFamily’ es un producto soso y empalagoso cuyo ritmo invita al zapping.
TVE ha producido algunas de las mejores ficciones con mayor calidad de los últimos años. Sin embargo, ‘iFamily’ también falla en la forma. El envoltorio es plano y frío. La serie cuenta con una banda sonora pobre: en más de una ocasión se echa en falta un hilo musical que pueda contagiar emoción al espectador. A su favor, nos descubre un buen plantel de actores noveles, recreando un clímax agradable entre los niños de la familia protagonista. A destacar a la pequeña Ana que enamora con su actuación desde el primer segundo.
Sin embargo, ‘iFamily’ se trata de una gran oportunidad perdida para TVE por recuperar el género de la comedia familiar, al nivel de otros productos extranjeros como ‘Modern Family’ o ‘Santa Clarita Diet’. No se han retratado las preocupaciones ni los nuevos modelos de la familia del siglo XXI. El trato de los personajes con las nuevas tecnologías y redes sociales resulta anecdótico e incluso ridículo. Los creadores, que ya trabajaron en series tan exitosas como ‘Ana y los 7’ o ‘A las once en casa’, han querido recuperar un tipo de ficción que ya no se consume en nuestro país. Se ha vuelto a apostar por tramas familiares demasiado recurrentes en la televisión española de la década de los 90.
En definitiva, tras el visionado del primer episodio al espectador se le vendrá a la cabeza más de un símil con el piloto de la serie más famosa de Ana Obregón. Niña desaparecida, niño mudo… y el bar, con Antonio Resines y su legendario papel de Diego Serrano. Porque ‘iFamily’ nos recuerda la profunda regresión que está sufriendo nuestra televisión, carente de riesgo y originalidad. La comedia española sigue en crisis.
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