Esto es un hasta siempre, a la cadena que nació hace apenas tres años (noviembre de 2006) y que revolucionó la forma de hacer televisión en nuestro país. Cuatro nos ilusionó, apostó por programas originales, innovadores, y sobre todo nos sorprendió al darnos una visión del mundo progresista, transgresora, joven y moderna.
Pronto esta cadena inició un intento desmedido por parecerse a Telecinco: una programación inundada de realitys, y una apuesta más clara por el morbo y espectáculo televisivo tan propio de la televisión de Berlusconi, e incluso un cambio en su línea editorial cada vez más cerca de convertirse en un medio conservador, cada vez más alejada del Gobierno de Zapatero, quién curiosamente le dio la licencia para convertirse en una cadena en abierto. Berlusconi se hará con el control editorial total de los informativos de Cuatro en un periodo no superior a un año.
Cuatro ya no será Cuatro. Cuatro apostará a partir de ahora por la telebasura que surgió en los años noventa, y que desde entonces no ha hecho más que hacerse con el control de la programación. Gabilondo ya puede ir haciendo las maletas. El grupo Prisa, que se convirtió en un referente de los medios de comunicación progresistas desde la transición democrática está tocando su final. Berlusconi también se ha hecho con el control del 22% de Digital+, plataforma de pago de Prisa.
La televisión vivirá en los próximos meses una etapa muy agitada, probablemente la más agitada de la historia de nuestro país. El 1 de enero de 2010 desaparece la publicidad en Televisión Española, en 2010 se producirá el apagón analógico definitivo, la fragmentación de las audiencias se hará aún más grande, posiblemente Antena 3 y LaSexta sellen definitivamente su fusión. Mientras el grupo Telecinco controla desde este momento casi un 30% de cuota entre el conjunto de todos sus canales de televisión. ¡Asusta un poco, pero así es y será la televisión a partir de ahora!
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