Avance de 'La Promesa', capítulo lunes 30 de diciembre: Se confirman los peores presagios para Cruz

La verdad sobre la paternidad del hijo que espera Catalina sale a la luz y se convierte en lo más comentado de La Promesa, generando todo tipo de opiniones. Se trata de un escándalo descubrirse que no es de Pelayo como pensaban, sino de un campesino. Cruz piensa en un accidente para provocarle un aborto y que la noticia no trascienda.

Jana ha regresado más vivaz que nunca después de dos semanas desaparecida. Vuelve con las ideas más claras que nunca: no está dispuesta a seguir callando. Por ello, decide dar un vuelco al tablero de juego, tomar las riendas e imponer una serie de exigencias a la mismísima marquesa de Luján. Tiene ganas de guerra y sus intenciones, sumadas al convulso contexto que sacude a La Promesa, sitúan a Cruz en una posición de fragilidad.

Mientras, la relación entre María Fernández y Samuel está más extraña que nunca tras el beso que le plantó la doncella… y peor se pone cuando sufren un nuevo malentendido. Vera, Lope, Marcelo y Teresa viven en una incertidumbre agónica tras el encuentro con el secretario del duque de Carril. Estos últimos tienen claro que no los pillarán desprevenidos.

Y la situación con José Juan se hace insostenible para Martina, que se entera de que quiere asesinarla. Por ello, decide tomar una decisión drástica: la muchacha teme que acabe matándola y, alentada por Curro y Julia, acepta abandonar La Promesa. Su vida corre peligro.

Avance de 'La Promesa', capítulo del lunes 30 de diciembre

Jana descubre que las invitaciones para su fiesta de pedida nunca se mandaron. Una prueba más de la engañifa de la marquesa. Cruz asegura que las invitaciones encontradas por Jana son erróneas y que Petra envió otras corregidas, pero Jana no se lo cree y así se lo cuenta a Manuel y a Rómulo.

Catalina admite ante su hermano de quién es el hijo que espera, confesándole así que es fruto de un escarceo con Adriano, el antiguo labriego de La Promesa. Eso sí, se niega a dar más explicaciones al resto de la familia sobre la verdad de su embarazo.

Palacio sufre dos repentinas pérdidas: Julia se despide antes de marcharse y Martina anuncia que se irá con ella. Es todo una medida por precaución temporal para evitar que los planes criminales de José Juan acaben triunfando. La vida de Martina corre mucho peligro, pues su obsesión es matarla.

María Fernández ha hecho una colecta para comprar chacinas para la gente del refugio, pero Samuel sigue esquivo con ella tras el malentendido. Pía, siguiendo el consejo de Rómulo, le pide de nuevo a Ricardo que le cuente la verdad sobre su mujer y este lo hace.

Marcelo parece más tranquilo al no tener noticias del duque de Carril, pero el aviso de Ricardo de que ha llegado una visita que tiene que atender, le altera. Pero esa visita puede llegar a ser peor para Cruz que para el lacayo. Se trata de Leocadia, una inesperada y terrible invitada, que hace que tiemblen los cimientos de La Promesa, especialmente, para la marquesa. Sus peores temores se confirman.