Sonsoles Ónega ha cerrado el año con el último programa de 'Y ahora Sonsoles' del 2023 siendo líder indiscutible de la tarde por encima de su competidor más directo. Las cosas no fueron nada bien para 'TardeAR' en Telecinco, que ha afrontado una de sus peores semanas históricas, promediando un humillante unidígito.
Como era de esperar, la subida que experimentó la anterior semana fue simplemente un espejismo. Un oasis en este eternizado desierto que atraviesa la cadena en la franja vespertina después de aberrantes decisiones empresariales como cancelar un programa líder sin rival como era 'Sálvame'. Es lo que sucede cuando los que mandan en un canal no tienen idea de hacer televisión ni de dirigirse a su target potencial.
Que 'TardeAR' no está gustando ni atrayendo a un público fiel es indiscutible por mucho que ciertos ámbitos se empeñen en decir lo contrario. El infoshow, que presuntamente iba a ser la creme de la creme y el más revolucionario de la televisión, no levanta cabeza y no logra, ni por asomo, una estabilidad que Telecinco necesita como agua de mayo para saciar esa sed de audiencia que le consume.
Así, el programa de Ana Rosa ha cerrado el año con un pésimo 9,4% de share y poco más de 800 mil espectadores. Un fiasco absoluto que no hace más que preconizar lo que está por llegarle en el 2024. Desde luego, no se presenta nada alentador. Y es que, cuando algo no gusta, espanta, y sigues introduciéndolo con calzador y de forma recalcitrante, lo lógico y normal es que el público no se adapte y huya.
'TardeAR' es todo aquello que no buscas en la televisión. Lo que ocurre es que hay una inercia a conectar con Telecinco y de ahí que los datos no sean aún peores de los que ya obtiene. Debates absurdos e inapetentes con una obsesión sobre temas de sexo que Unicorn Content se lo debería hacer mirar; una mesa VIP que no representa para nada a la calle; rostros populares que opinan de todo sin tener ni puñetera idea de nada y poco peso en los sucesos y en las noticias del corazón, que es lo que tradicionalmente ha tenido más gancho.
Son tropiezos tan flagrantes que parecen hechos aposta. Quizás se están auto boicoteando. Nunca se sabe. En cualquier caso, la audiencia está hablando y dando la espalda al formato. Debieron pensar que el simple hecho de poner a Ana Rosa Quintana como un busto parlante iba a ser suficiente como para atraer la atención de los telespectadores. Pero ya han descubierto que no, que no es reina de nada ni reclamo de nadie.
Con todo, este viernes (y ahora vendrán a justificar que es por las vacaciones), 'TardeAR' firmó un nefato 9,4% de share como antes indicábamos, hundiendo la tarde de Telecinco y sufriendo un gran repaso de 'Y ahora Sonsoles', que anotó un potente 12,5% de cuota de pantalla y 1,1 millones de televidentes de media. Es decir, tres puntos y casi 300 seguidores más. Una brecha considerable.
Así las cosas, en Mediaset deberían hacer propósito de enmienda para el 2024 y replantearse el plan de contenidos de 'TardeAR' para el próximo año si no quieren seguir siendo tercera opción de la tarde por detrás de Sonsoles y 'La Promesa' o quién sabe si cuartos por debajo de 'Más vale tarde' en La Sexta, que algunos días acecha. De lo contrario, irán directos a un merecido cadalso.
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