Sanchís visitó hace unos días el Gourmet Experience de Callao. Vi a un Toño desvencijado, ajado, con unos surcos en el rostro repletos de amargura y una risa mohína que pretende desprender felicidad y que para mí representaba una máscara veneciana. Me pareció la representación de una ambición desmedida, de unos intereses prestos de sentido común. No camina por la vida, me pareció, más bien levita en un mundo que lo aplastará sobre una verdad que por más que deforme y minimice, está ahí.
Palpitante. Sus ojos eran grises, sin luz. Ni alma ni calma, de la misma que careció cuando quiso amamantar al poder. Esos ojos que hoy miran al frente con la altivez de los torpes y la tristeza de la ceguera que dejan unos focos de neón, que absorben tus rictus como un enemigo, que te caricaturizan sin piedad. El representante caduco estuvo acompañado de un amigo y un chaval que no superaba la mayoría de edad. Me terminan contando que se sentaron en un lugar, y que tras mirar la carta, sobrevino la hecatombe.
El impúber se acercó a la barra, y una señora acodada, le preguntó si uno de sus acompañantes era el ex representante de Belén Esteban. El muchacho enmudeció y se fue para Sanchís. Le contó lo sucedido y en su tez se dibujó una realidad deprimente. Acto seguido abandonaron el Gourmet. Toño lleva mucho tiempo bailando con la pena y la cerrazón. Lleva sazonando las desgracias con muy pocas alegrías. Flaco favor le hace su entorno, el mismo que segrega el fracaso y que ya no atisba lujuria donde antes se dejaba mecer por el ruido de la caja registradora.
Me aseguran que el menda ya ha cerrado una exclusiva con la revista Lecturas para narrar los pormenores de un juicio con Belén Esteban que está a punto de eclosionar. Y no se queda ahí el señor, sino que pretende formar parte de Gran Hermano VIP. Me aseguran que ya lo forma y que contará su realidad desde un prisma que escupa al ojo ajeno. Está dispuesto Toño a defender su honorabilidad.
Voy a contar algo que lo mismo me llueve bronca: Lydia Lozano participará en 'GH VIP' también. La otra noche estuve de copas con gente del sector y, como la vida empresarial, todo se teje en estos oscuros mundos. Se lo confirman al 80 por ciento, la periodista está cercando flecos para que todo ande de perlas. Sin torpedos ni molestias visuales. Hay que ver de lo que se entera uno en el mundo chueca y gourmet. Ay, ay...
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