La famosa 'cobra' de María del Monte a su novia Inmaculada Casal antes de la entrega de la Medalla de las Artes en el Día de Andalucía fue una de las polémicas de la pasada semana. Y Jorge Javier Vázquez ha querido pronunciarse sobre ello de un modo extenso.
Hay muchas voces críticas que se han echado encima de la cantante y han llegado a apuntar una "LGTBIfobia interiorizada" por no querer darle un beso a su pareja ante las cámaras. Aunque quienes conocen a María, saben que si reaccionó así es por celo con la intimidad y por el pudor a tener muestras de afecto en público.
Jorge Javier Vázquez ha entrado a fondo en el asunto y ha señalado el predominante "silencio" de María del Monte sobre su vida sentimental. "Desconozco cómo llevó su orientación sexual antes de saltar a la fama pero a partir de que salieran las archiconocidas fotografías con Isabel Pantoja en la playa fue carne de comentarios homófobos a tutiplén", recuerda; lamentando que el tratamiento de aquella relación "produciría bochorno" si los analizáramos ahora con la perspectiva que da el tiempo.
"María del Monte no tenía reparos en hablar de su orientación sexual en privado pero no daba el paso público", apunta Jorge. "Habló de su lesbianismo cuando ya era una estrella consagrada y la entiendo", resalta, y es que en aquella época, "en un mundo tan tradicional como el suyo", era casi impensable admitirlo. El presentador de Telecinco sostiene que actuó así para proteger su carrera: "Habría sido doblemente complicada porque tendría que haber hecho frente a un sinfín de comentarios que poco habrían tenido que ver con lo musical, y ni a María ni a ningún ser humano podemos exigirle comportamientos heroicos".
Y para tratar de encontrar una explicación a la controvertida actitud de María con Inmaculada Casal, Jorge Javier Vázquez afirma: "A María del Monte le tocó vivir su juventud en una época en la que no había mujeres que manifestaran que amaban a otras mujeres. Y eso claro que influye en la manera de comportarte públicamente".
Además, el catalán se compara con ella y, por eso, se muestra comprensivo. "Recuerdo que cuando yo era más joven me costaba quedar a cenar con un chico que pareciera homosexual por temor a las miradas ajenas. Una cosa eran unos besos por la noche al amparo de la oscuridad y otra muy distinta seguir con la historia a la luz del día. Porque continuar significaba empezar a darle naturalidad a una relación que dentro de mi cabeza no existía. La sociedad la rechazaba, la condenaba o no la toleraba", subraya en su artículo.
Ante esta "porquería de mochila", Jorge Javier asegura que "las muestras de cariño en público a una pareja las llevo regular". "¿Tengo por todo lo vivido comportamientos homófobos? Seguramente. Y está bien revisarlos. Y darnos cuenta de ello. E intentar corregirlos. Pero, sobre todo, hay que perderle el miedo a las palabras. Homofobia. Sí. Existe dentro del mundo gay. Claro. Porque hemos crecido con ella. Porque para protegernos y no ser etiquetados como homosexuales hemos ocultado nuestra manera de ser y de actuar", reflexiona alto y claro.
Por último, de todo el asunto, Jorge Javier Vázquez se queda con algo que nadie ha recalcado y que le parece "importantísimo", que es la actitud de su novia, Inmaculada Casal, cuando trata de darle el beso en público de una forma espontánea, empujada por la emoción del reconocimiento.
"Así como hablamos de la cobra de María del Monte, me parece un gran paso que nadie haya cuestionado a Casal. Porque hizo lo que todo el mundo haría en ese momento: alegrarse por su pareja coronando esa alegría con un beso en los labios. Años atrás habríamos quemado en la hoguera a Casal. Hoy, reprochamos a Del Monte que fuera tan sosa. Me parece un avance extraordinario", sentencia. "Eso sí: Inma y María nos deben un beso. Que vayan ensayando para la Feria de Abril", bromea para terminar.
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