Catalina va en busca de Pelayo y se encuentra una puerta cerrada en su visita. Sin embargo, a base de insistencia, conseguirá que, al menos, el conde la escuche, aunque en un principio asegura que no quiere saber nada de ella. Así, el conde de Añil regresa a 'La Promesa'.
Por su lado, Santos y Petra siguen dando muestras de afinidad a pesar de que Ricardo le exigió a la ama de llaves que se alejara de su hijo por ser una mala influencia para él y, en esta ocasión, es Rómulo el testigo de tan sospechosa actitud. ¿Qué estarán tramando?
La reactivación del plan de boda de María Fernández y Salvador no es lo que esperaban… como tampoco lo es la conclusión a la que llegan. ¿Será que hay un desamor entre ellos?
Entretanto, las nuevas e inquisidoras preguntas de Cruz sobre su relación con Alonso hacen saltar las alarmas de María Antonia, que se enfrenta a Lorenzo para saber si ha contado algo sobre su escarceo con el marqués. No sabe que le ha delatado vilmente.
Y las sospechas de Lorenzo sobre los cocineros acerca de las mermeladas hacen que se vean obligados a tomar medidas de precaución; al tiempo que Virtudes, cada vez más preocupada por la situación de sus compañeros, debe lidiar una vez más a lo inesperado. Algo que tiene que ver con su hijo.
Avance de 'La Promesa' del capítulo 406 del miércoles 14 de agosto
Jana y Manuel son pillados por Rómulo en la alcoba de la doncella sin que ellos reparen en que está al otro lado de la puerta escuchando y observando. Les descubre besándose y dando rienda suelta a su reprimida pasión. ¿Qué consecuencias tendrá esta gran pillada para la clandestina pareja?
Gracias a la oposición frontal de los hombres de la familia Luján y, aparentemente, por la lucha de Margarita, Ayala cede y Martina no ingresará en el convento como así quería el conde. Además, tras hablar con Curro, Martina también parece acceder a que Ayala se case con su madre.
Josefa, la suegra de Virtudes, justifica su repentina marcha porque han sido desahuciados de su casa y ya no pueden mantener al niño. Gracias a esta vicisitud, la criada podrá recuperar a su hijo.
Mientras, María Fernández y Salvador reactivan la organización de su boda con poco entusiasmo, Santos sigue las directrices que le marca Petra e intenta bajar la tensión con Vera.
Obsesionada por la posible infidelidad de Alonso con su amiga, Cruz vuelve a presionar a María Antonia para que abandone el palacio. La quiere expulsar sin paliativos, pero la invitada no hace más que poner excusas y dar largas para estirar el momento.
Una vez enterado de que Pía sigue viva realmente, Manuel hace a Jana una petición que la desconcertará. El heredero no duda a la hora de involucrarse en el asunto de Pía con un plan que traerá grandes giros en próximos capítulos.
Mientras tanto, lejos de allí, Catalina parece haber recuperado la sintonía con Pelayo y le hará una propuesta con ánimo de reencontrarse como pareja.
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