Manolo Caro. Quizá su nombre no te suene así de primeras, pero si te decimos que es el creador de series como ‘La casa de las flores‘ o ‘El arte de morir’, ambas para Netflix, puede que ya te vaya sonando más. Sí, ha tenido algunas decepciones en el camino. Ahí tenemos el doloroso ejemplo de ‘Érase una vez… pero ya no’, cuando Sebastián Yatra engañó a todo el mundo, haciéndonos creer que era actor. Pero el creador se rehizo con la que puede ser su serie más completa (y compleja): ‘Sagrada Familia‘.
La serie se estrenó en 2022, aunque con poca promoción. Probablemente Netflix no las tenía todas consigo después del descalabro de la anterior producción del director mexicano, y no quiso arriesgarse. Por eso fue una de las grandes sorpresas del año. Y esta segunda temporada, que se estrena el 17 de noviembre, sí que viene aupada por una mejor campaña. Netflix ha visto el potencial, y es normal, teniendo a Najwa Nimri como protagonista absoluta. Porque no es algo que esconda ni la plataforma ni la propia ficción. Najwa es LA serie. Pero ojo, sin descuidar a actores como Iván Pellicer, que vuelve a regalarnos una interpretación portentosa, o Abril Zamora, brillante añadido a la serie.
Como os hemos dicho más arriba, Najwa Nimri (’30 monedas’) vuelve a ser la protagonista absoluta junto a Carla Campra (‘Feria: La luz más oscura’), Iván Pellicer ‘(El club de los lectores criminales’), Alba Flores (‘Romancero‘) Álex García (‘Antidisturbios’), Macarena Gómez (’30 monedas’), Laura Laprida (‘Paraíso’), Ella Kweku (‘Now and then’) y Jon Olivares (‘Desaparecidos’). Pol Hermoso (‘Alba’), Javier Pereira (‘Amar es para siempre’) o Abril Zamora (‘Todo lo otro’) se incorporan en esta segunda temporada de la serie de Netflix.
¿De qué va la temporada 2 de ‘Sagrada Familia’?
En esta segunda temporada Gloria y sus hijos tendrán que seguir aparentando una vida perfecta, esta vez con Natalia secuestrada en el sótano de la casa y con el pequeño Lorenzo como testigo de quienes realmente son.
Lo bueno y lo malo, vienen de la mano
La segunda temporada de ‘Sagrada Familia’ comienza justo donde acabó la primera, con una desquiciada Gloria tratando de proteger a su familia a toda costa. Ha secuestrado a Natalia, y la encierra en el sótano, mientras sus propios hijos ya no se fían de sus acciones. Un comienzo electrizante. Los secretos ya están sobre la mesa. Ya no hay nada seguro en el barrio y, en el fondo, Gloria lo sabe, pero se va a agarrar a cualquier cosa para tratar de recomponerlo todo. «Esta familia no la rompe nadie. Ni siquiera nosotros».
Esa frase se convierte en su máxima, y el motor de esta segunda temporada, que se convierte en un thriller casi sin darnos cuenta. El drama a veces sosegado de la primera temporada ya no está. Todo eso ha quedado atrás. Ahora nos enfrentamos a una red de engaños continúa. Y, curiosamente, siempre queremos que Gloria triunfe, y que consiga lo que tanto ansía: recuperar a su familia.
A lo largo de los 8 episodios, asistimos a un sinfín de malas decisiones, pero que acaban arreglándose de una forma o de otra. Porque el personaje de Gloria es capaz de todo y más. Cada vez que la vemos atarse con fuerza su gabardina, sabemos que está pensando en alguna maldad. Y así lo va demostrando cada capítulo. Los problemas se le acumulan, pero los acaba solucionando todos… bueno, hasta que la desbordan. Pero, pese a ello, no pierde la calma. Y eso es lo que le hace tan peligrosa. Porque tiene mucho que perder, pero también mucho que ganar.
Por otro lado encontramos a sus hijos Abel y Aitana. Ya dio algunas muestras en la primera temporada, pero en esta segunda se confirma: Abel poco a poco se va convirtiendo en alguien tan peligroso y manipulador como su madre. Si veis la serie hasta el final, hasta ese último plano, sabréis a lo que nos referimos. Estos 8 episodios son un auténtico viaje a los infiernos de lo que significa ser una familia rota y desestructurada. Pero todos reman hacia delante, aunque muchas veces no lo parezca.
Najwa, una fuerza de la naturaleza
¿Quién es el núcleo de esta ‘Sagrada Familia’? De nuevo vuelve a serlo una Najwa Nimri imparable, en el que quizá sea el papel de su carrera. Y eso, en una carrera como la de la actriz, es decir mucho. Contenida cuando tiene que estarlo, con unos tics faciales que cada vez van a más, demostrando que no está en pleno control de la situación. Sus duelos interpretativos con Abril Zamora, que es un añadido perfecto a la serie, son de lo mejor de esta temporada. Ambas actrices están cómodas en sus papeles, y saben jugarlos hasta el final.
Najwa siempre demuestra lo buena actriz que es, en cada proyecto en el que está. Pero ‘Sagrada Familia’ es su canto de cisne (o de pavo real). Tiene un control absoluto, apabullante, y mejora cada escena en la que aparece. Ya solo desde como sujeta la pistola (y cómo evoluciona ese simple gesto a lo largo de la serie), cómo se ata la gabardina o cómo finge ser buena persona con su media sonrisa, dan muestras de lo enorme que es su actuación.
Tampoco podemos olvidarnos de una Macarena Gómez a la que le habría venido bien un mejor desarrollo de su personaje para explotar todo su potencial. O Iván Pellicer, que ha pulido mucho mejor a su personaje, y confirma que es uno de los actores más a tener en cuenta de los próximos años. Su Abel juega continuamente, aunque no lo parezca, con el resto de personajes. Al igual que su madre, busca conseguir lo que quiere, y una de esas cosas es mantener a su familia unida.
La familia no se toca
Si hay un mensaje claro en ‘Sagrada Familia’ es precisamente ese: «la familia no se toca». Lo dice Gloria en el primer episodio, y lo lleva hasta las últimas consecuencias. La sorpresa de la primera temporada se ha perdido, pero da igual, porque su cambio al thriller le sienta como un guante. Manolo Caro, su creador, afirmó que la idea era para dos temporadas cerradas. ¿Se podría sacar más? Por supuesto, hay pequeños hilos de los que se podría tirar.
Pero la serie le da un final digno, con ese último capítulo en el aeropuerto, que cierra todo de la única manera posible. Hay giros de guión, sorpresas, algunos clichés y personajes nuevos que no acaban de aportar del todo. Pero pese a ello, la segunda temporada de ‘Sagrada Familia’ es un SÍ.
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