Gonzalo Miró ha sido la cabeza de turco de 'Espejo Público' para hacer una polémica demostración. El programa que presenta Susanna Griso ha tratado el caso de Almendralejo, en Badajoz, donde un grupo de padres ha denunciado que sus hijas menores han sido chantajeadas con fotos de ellas desnudas.
Sin embargo, el suceso cobra mayor gravedad porque se trata de desnudos falsos realizados a partir de la inteligencia artificial por parte de los presuntos extorsionadores. Tal y como han relatado los progenitores de esas menores afectadas las imágenes se habrían compartido en páginas pornográficas" y temen además que puedan haberse divulgado datos personales.
El asunto ha generado un avivado debate en el plató de 'Espejo Público'. Y Gonzalo Miró ha sido uno de los más implacables en su opinión: "Esto habla más del machismo de la sociedad, porque estamos hablando solo de fotos de mujeres, pero no de hombres que se están distribuyendo. No sé si tiene mucho peso saber si es por maldad o por broma. El desconocimiento del delito no les exime de responsabilidad. Con lo cual, si no lo sabían, cuando les caiga la pena o la multa, ya lo sabrán".
Acto seguido, Miquel Valls, copresentador junto a Susanna Griso, ha conectado con Sergio Retuerto, experto en IA, y ha desvelado el encargo que le habían hecho desde el equipo del programa. "Te hemos mandado una foto de uno de nuestro colaboradores, es de Gonzalo Miro, le hemos pedido permiso. ¿Cuánto has tardado en desnudarle?", le ha preguntado.
En ese momento, en pantalla se ha visto a Gonzalo Miró totalmente desnudo con sus atributos pixelados. Sin embargo, aunque parecía completamente real, se trataba de un desnudo artificial mediante la IA. "Te ha tocado", le he espetado entre risas Susanna Griso. "Ya me lo temía yo", ha replicado él mientras su cara era un poema al verse de esa guisa.
La reacción del tertuliano ha sido curiosa. No se lo ha tomado mal aparentemente, pero sí que ha cuestionado al equipo de 'Espejo Público' por haber blureado su supuesta zona noble que, como decimos, no es real. "Por qué me pixelais", se preguntaba con sorna.
"Aquí nos hemos reído con permiso de los padres porque a Gonzalo Miró le han puesto muy cachas y tal. ¿Pero qué pasaría si esta misma imagen no fuese una fotografía estática y fuera en movimiento?", se ha interesado Susanna Griso. "Es mucho más difícil", ha reconocido Sergio Retuerto, pues sería mucho más complejo y costoso conseguir esa misma perfección con imágenes en movimiento.
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