El demoledor aviso que recibe Susanna Griso le obliga a plantarse en ‘Espejo Público’

Aún no ha arrancado la campaña electoral, lo hará este próximo viernes 7 de julio, y las tertulias políticas que se originan en los programas de radio y televisión son cada vez más broncas y polarizadas y, a veces, difíciles de controlar. Y si no que se lo digan a Susanna Griso, que se ha tenido que poner más firme que nunca en ‘Espejo Público‘ ante lo que ha tenido que presenciar en su plató.

Este miércoles, la mesa política estaba conformada por lo colaboradores Carlos Cuesta, Toni Bolaños, Chema Crespo y Ainhoa Martínez y el desmadre ha sido absoluto con un debate sobre la última hora ante la carrera política a la que nos encaminamos hasta el 23-J que ha desembocado en conversaciones cruzadas, en exabruptos, en un tono de voz insoportable e inaudible desde casa y en una tensión como pocas veces.

«Me queda minutaros», ha reaccionado Susanna Griso ante los enconados rifirrafes que se han producido, especialmente entre Cuesta y Bolaños. Y es que nadie respetaba los turnos de palabra y se hacía verdaderamente imposible seguir el debate de ‘Espejo Público’ en condiciones. Y ante las reiteradas advertencias de la presentadora de Antena 3, prácticamente todos hacían caso omiso.

Así, hasta que Susanna ha recibido un toque de atención muy contundente que ha compartido en plena emisión y que, por fin, ha conseguido hacer el silencio en plató. «Voy a leer el comentario que me está llegando en directo. Muy difícil escuchar hoy la tertulia política. No veas lo molesto que es para el espectador que os estéis cortando constantemente. En casa lo que está llegando es ruido, así que vamos a intentar respetar los turnos», ha sentenciado.

Pero de poco ha servido ese tirón de orejas porque cuando ha conectado con Carlos Alsina para proseguir con el debate, se ha reavivado esa jaula de grillos en la que se ha convertido el plató. «Están muy alterados los contertulios», se ha quejado Griso ante su compañero de Onda Cero. De hecho, tras volver a escuchar a Toni Bolaños, alzaba la voz y le ordenaba callar delante de las cámaras. «Pero ¿quieres dejar de hablar? De verdad. Hoy es tremendo», ha lamentado.