Es indudable que la trama (o montaje) entre Ginés Corregüela y Yaiza Martín está despertando el interés en la audiencia. No hay más que ojear la notable subida que está experimentando 'Sálvame' y los récords de edición que ha firmado 'Supervivientes 2023' esta semana tanto en la versión de 'Conexión Honduras' como de 'Tierra de Nadie'.
De este modo, pese a que ya hubo una extensa entrevista el martes, la duodécima gala, presentada excepcionalmente por Carlos Sobera ante una supuesta indisposición de Jorge Javier Vázquez; volvía a darle un excesivo foco a la pareja, tachada por los espectadores de "montajistas". Y, efectivamente, cada vez existen más indicios para así creerlo.
Si bien, el público ya empieza a hartarse peligrosamente del desmesurado protagonismo que 'Supervivientes' le está dando a ambos en detrimento de los vigentes concursantes. Y decimos 'peligrosamente' porque el reality de aventuras se arriesga a labrarse una muy mala imagen de cara a sus fieles seguidores. No está nada bien tirar por la borda la esencia del concurso y eso es lo que precisamente ocurrió este jueves.
Los verdaderos protagonistas son quienes continúan en Honduras afrontando calamidades y luchando por llegar a la final y alzarse con la victoria. Sin embargo, parece que la organización del reality tiene una percepción distorsionada de la realidad, relegándoles -en el mejor de los casos- a un segundo plano y colocando el interés sobre Ginés y Yaiza y todo lo que orbita entre ellos. Que es mucho y muy jugoso, sí, hay que admitirlo, pero mejor dejarlo para los programas apropiados. ¿No creen?
Esto es 'Supervivientes' y en la gala de anoche vimos bien poco de esto. El colmo total y absoluto y por lo que los espectadores dijeron basta fue lo que sucedió con la histórica prueba de líder que protagonizaron Asraf y Bosco en la noria infernal y lo que se presenció, más tarde, en las nominaciones. Perderse tanto con el culebrón del año imposibilitó hacer las cosas de forma lógica y ordenada.
Ni siquiera hubo tiempo para ver cómo coronaban líderes a los dos concursantes. Tampoco para conectar con ellos y escuchar sus primeras palabras tras la proclamación. Ni mucho menos se desarrollaron bien las nominaciones y se tuvieron que realizar de forma atropellada y a marchas forzadas por haberse enredado antes en una llamada inapetente y absurda entre Ginés y su hija. No vino a cuento.
En fin, un despropósito que disgusta sobremanera a los amantes de un formato como 'Supervivientes' y que está levantando grandes ampollas como no podía ser de otra manera. Estas son solo algunas de las innumerables reacciones de las que en Telecinco deberían tomar buena nota si no quieren dinamitar la única baza que les queda con vida:
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