Dos de las series más importantes de los últimos años se despiden este mes de mayo

'Succession' y 'Ted Lasso' son dos de las series más importantes de los últimos años... y llegan a su final casi a la vez.

Succession Ted Lasso
Logan Roy y Ted Lasso

El mundo seriéfilo va a estar de luto a finales de este mes de mayo. Porque toca despedir a dos de las series más importantes de los últimos años. Y lo irónico de todo es que no pueden ser dos productos más diferentes. Estamos hablando de ‘Succession‘ y de ‘Ted Lasso‘. HBO MAX y Apple TV Plus. Dos plataformas que, si se distinguen por algo, es por cuidar sus series hasta el más mínimo detalle.

En una, un entrenador carismático y positivista toma las riendas de un equipo de fútbol en las últimas para tratar de llevarlo a lo más alto. Brillantemente interpretado por Jason Sudeikis, es el perfecto contrapunto a Logan Roy, el patriarca del clan Roy, la familia protagonista de ‘Succession’. Donde en Lasso todo son buenas palabras y crear ambiente de equipo, Logan es todo lo opuesto: sí, es carismático, pero solo sabe meter miedo, malas palabras y cara de estar pensando en matarte. Brian Cox hace un trabajo espectacular.

Las dos series llegan a su fin en la última semana de mayo, dejándonos huérfanos de dos de las mejores historias de la historia reciente de la televisión. Aunque, mientras la temporada final de ‘Succession’ no deja de sorprender y ser aplaudida por los críticos, la de ‘Ted Lasso’ se está caracterizando por ser bastante irregular. Pese a ello, las dos son una combinación perfecta, y las recordaremos durante muchos años.

Succession

La ficción creada por Adam McKay es, desde luego, la digna heredera de ‘Juego de Tronos‘. Esperad, esperad a mi razonamiento. ¿Hay alguna otra serie que tenga esas traiciones, esos juegos de poder entre familiares, ese peligro constante planeando sobre la cabeza de todos ellos? Sus tejemanejes empresariales son similares a las tramas para conseguir el Trono de Hierro en Poniente. Solo que aquí es dinero y una empresa multimillonaria.

El clan de los Roy es casi tan traicionero como el de los Lannister. Solo que hay veces que no pagan sus deudas. La serie, que bebe mucho del tipo de guiones que popularizó Aaron Sorkin, se ha conseguido instalar en el imaginario colectivo en muy poco tiempo. Uno de los puntos fuertes, sobre todo, es su construcción de personajes. Sí, la gran mayor parte del tiempo todos parecen tontísimos. Pero quizá ese sea su punto fuerte. Toda la vida nos ha vendido el cine y la televisión que los grandes empresarios son tíos inteligentísimos. ‘Succession’ los plantea como unos payasos ambiciosos que juegan sobre la fortuna amasada por su padre, que ha fundado su imperio gracias a buenas decisiones… y el miedo.

Pero todo lo bueno se acaba, y ya lo dijo su creador, no queriendo alargar la trama por encima de sus necesidades. La cuarta temporada va a ser el final, y la serie está tomando todas las decisiones arriesgadas correspondientes. No se está escondiendo con nada. Valiente, pero dejando tiempo a que todas las tramas confluyan, a diferencia de lo que pasó con ‘Juego de Tronos’. No hay que tener prisa, hay que dejar respirar la historia, y eso es lo que está consiguiendo ‘Succession’. Con sorpresas impresionantes, como esa que ocurre en el episodio 3.

Es la serie más importante de estos últimos años. Su legado e influencia serán muy grandes, y se está pudiendo notar en los premios, con la ficción de HBO MAX arrasando en los Globos de Oro o en los Emmy.

Ted Lasso

‘Ted Lasso’ es a la comedia lo que ‘Succession’ es al drama en los últimos años. También llega a su fin, tras una tercera temporada complicada (Jason Sudeikis rehizo todos los guiones poco antes de empezar el rodaje), pero se ha mantenido fiel a su humor y a su corazón. Porque si hay algo que destaca en la ficción de Apple, es precisamente el corazón de la historia. Llegó en un momento clave: la pandemia. Se convirtió por derecho propio en un safe place perfecto. Su humor blanco, sus personajes bien definidos, su música… Todo jugaba a favor, y así lo demostró, con el aplauso de la crítica, del público, y de los premios.

La segunda temporada siguió por el mismo camino. Ha sido ‘Ted Lasso’ la serie que ha puesto de moda que los protagonistas sean buenas personas. Hasta ‘Los Simpson’ ha evolucionado en ese sentido estos últimos años, devolviéndonos al Homer de sus comienzos, inocente, ingenuo, pero buena persona. Ted, brillantemente interpretado por Sudeikis, solo busca ser feliz, y hacer feliz a los que le rodean. Y más importantes, contagiarles de su positivismo, pero sin llegar a ser Mr. Wonderful.

Sus contrapuntos, con Roy Kent (un irresistible Brett Goldstein) o su fiel escudero entrenador Beard (Brendan Hunt), elevan a todos los personajes que se relacionan con ellos. Y las tramas han ido volviéndose más complejas, pero también más críticas y con la mirada puesta en la sociedad actual. En la temporada 2, vimos cómo Ted sufría de ataques de pánico durante los partidos, y la serie lo abordó de manera magistral: introduciendo a una psicóloga en el equipo. La salud mental se convirtió en tema central de la serie, cuando pocas lo hacían.

Y, en esta tercera (y última) temporada, con capítulos mucho más largos, han decidido abordar otro tema peliagudo pero que no podían seguir dejando atrás: la homosexualidad en el mundo del fútbol. El personaje de Colin Hugues (interpretado por Billy Harris) es el que ha cargado con toda la trama sobre sus hombros, apoyado por el periodista Trent Crimm (James Lance). El episodio en Amsterdam o el número 9, en el que por fin Colin se atreve a sincerarse con sus compañeros, nos muestran una realidad que nunca hemos podido ver en la ficción. Ha tardado, pero se agradece, y mucho.

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