Cayetano Martínez de Irujo ha sido entrevistado por Risto Mejide en el regreso de 'Viajando con Chester'. El aristócrata ha revelado lo mal que lo pasó económicamente tras la muerte de su madre
Cayetano Martínez de Irujo es, como permiso de su hermana Eugenia, el hijo más mediático de la Duquesa de Alba. El aristócrata ha sido uno de los invitados en el regreso de 'Viajando con Chester', el programa de entrevistas de Risto Mejide, que, este martes, 17 de enero, ha vuelto a Cuatro, cuatro años después de su última entrega.
El hijo de Cayetana de Alba ha recordado junto al publicista lo mal que lo pasó durante su peor etapa económica, poco después de la muerte de su madre. La relación con sus tres hermanos mayores ya era difícil, pero, a raíz del fallecimiento de la Duquesa, lo fue todavía peor. Parte de la culpa la tuvo el heredero del ducado de Alba, cuyos poderes permitieron que despojasen a Cayetano de la vida que había llevado hasta ese momento, además de expulsarlo inmediatamente del palacio.
Su hermano le "defenestró" como si hubiese sido un "empleado corrupto"
Según explicó Cayetano Martínez de Irujo a Risto, se reunió con su hermano con la idea de llegar a un acuerdo. Sin embargo, no obtuvo la respuesta que esperaba: "Los palacios oyen y me han dicho que has sido desleal conmigo", recuerda que le soltó en aquel tenso encuentro. Una acusación que él negó y que ha repetido en reiteradas ocasiones. "Los cinco años que trabajé en la casa fue para él, porque ha nacido el mayor, no por méritos. Y todos lo teníamos asumido", asegura.
"Me defenestra de la noche a la mañana, como si hubiese sido un empleado corrupto, en vez de un hermano que ha trabajado para él al cien por cien", deja claro Cayetano. Además, ha hecho también hincapié en que no se cumplieron varias de las últimas voluntades de su madre, como la de trabajar en la casa familiar con su hermano mayor, el actual Duque de Alba.
Cayetano reconoce que "lloró" al tener que buscar trabajo
A raíz de esto, y a pesar de que en estos momentos vive de la agricultura, "de sol a sol", según él, admite haber pasado penurias económicas. "Al tenerme que salir así de Palacio, los primeros seis meses estaba perdido, empecé humildemente a buscar trabajo", nombrado a Juan Rosell o a Juan Abelló, suplicándole oficios que finalmente no le concedieron.
"Me escucharon y lloré. Se me saltaron las lágrimas porque mi situación era lo último que yo me esperaba. De repente, quedarte sin dinero, y gracias a que el administrador general (de la casa de Alba), que era una gran persona, me siguió pagando seis o siete meses, sin que lo supiera mi hermano. Si no, yo al segundo mes no hubiera tenido ni para pagar el colegio de mis hijos", sentenció Cayetano Martínez de Irujo ante un estupefacto Risto Mejide.
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