ANÁLISIS | Semana del 2 al 8 de agosto de 2021
La nostalgia es la peor enemiga del ser humano. En el recuerdo siempre hay algo de mitificación, de quedarse con lo bueno y olvidar lo negativo. Si me pongo a pensar en los veranos televisivos de los 90 me vienen a la cabeza piscinas, vaquillas y mucho ballet escaso de ropa. Concursos coloridos que refrescaban la parrilla durante los meses de vacaciones. Puede, que al ser un niño en esa década, tenga mejor recuerdo de aquello de lo que fue en realidad. Pero si tenemos en cuenta que las grandes apuestas para este verano a nivel de concursos son ‘Alta tensión’ y ‘Family Feud’ cualquier tiempo pasado fue mejor.
El nuevo concurso presentado por Christian Gálvez se estrenaba por sorpresa el pasado lunes liderando su franja con un 13,1% de share. No fue un mal dato el de su presentación pero se fue desinflando a medida que avanzaba la semana. La audiencia le dio su respaldo en su estreno pensando que sería una apuesta puntual en el prime time, pero cuando vio que cada noche tenía que comerse el juego de las bombillas fue abandonando la partida. Y ese es el problema que tiene habitualmente Telecinco, antes de cocinar a fuego lento el que podría ser un éxito a largo plazo, prefiere atiborrar a la audiencia desde un inicio para ver si cuela.
Cuando todo el mundo esperaba que ‘Alta tensión’ compitiera frontalmente contra ‘Pasapalabra’, va Mediaset y lo coloca por sorpresa a las 10 de la noche. Y no solo eso, el martes ración doble con dos episodios seguidos. Demasiada confianza depositada en un formato que puede estar bien para tener de fondo mientras preparas la cena pero al que la falta espectacularidad para seducir a la audiencia cada noche. La estrategia hasta el momento ha sido un lastre para la cadena, ya que también se ha encargado de perjudicar a todos los espacios que van después del concurso de Christian Gálvez.
No puede ser casualidad que el mejor prime time de Telecinco esta semana fuese precisamente el del viernes, el día que no tenían a ‘Alta tensión’ de telonero. Esa noche ‘Viernes deluxe´ lideró con un 16, 9% de share frente a ‘Family Feud’ que se conformó con un escueto 11,4%. El nuevo concurso veraniego de Antena 3 no parece haber sido del agrado del público y en su segunda semana bajaba su audiencia hasta datos bastante gélidos.
La apuesta veraniega para la vuelta a la primera línea de Núria Roca tiene más de pasatiempos bajo una sombrilla que de show televisivo. Y es que un concurso que tiene vocación de entretener al público familiar no puede ser visualmente tan pobre. Podría ser perfectamente una narración radiofónica, ya que lo que sucede a ojos del espectador es tremendamente pobre.
Cualquier niño, que aguanta poco una tanda de preguntas y respuestas, necesita estímulos constantes por parte de la pantalla. Movimiento, efectos visuales y como diría Leticia Sabater: ¡mucha marcha¡. Y de eso ‘Family Feud’ va escaso, por mucha animación que pretendan transmitir sus participantes no deja de ser una fiesta con cuatro globos y una serpentina mal colgada. Nada que ver con los concursos de mi infancia, o por lo menos de lo que recuerdo de esos veranos frente a la pequeña pantalla.
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