El aspirante americano provocó las lágrimas de los tres jueces de 'MasterChef' con su dramático pasado: su madre le echó de casa en la adolescencia por ser gay.
Este lunes 20 de abril, TVE emitió una nueva gala de 'MasterChef 8'. Los aspirantes, además de mostrar sus talentos culinarios, también mostraron su parte más humana y personal. Tal es el caso de Michael, quien ha aprovechado la creación de su plato para recordar su doloroso pasado en 'MasterChef'.
Los tres jueces, Jordi Cruz, Samantha Vallejo Nágera y Pepe Rodríguez, pidieron a los concursantes plasmar en un plato su sello personal. Algo que los represente por algún aspecto de sus vidas.
Michael presentó sus 'Callos, this is me'. Así los explicó el aspirante americano. "El emplatado es una piedra, una sólida fuerza, y le puse patatas chips para recordarme quien soy". Se trataba de callos en una cazuela de hierro fundido acompañado de patatas fritas. "Tuve una etapa de mi vida en la que solamente pude comer patatas chips porque no tenía más que comer" explicó el concursante, muy emocionado.
Una dramática historia, pero con final feliz
Y, a continuación, pasó a relatar su desgarradora historia. "Mi madre me echó de casa porque me preguntó si yo era gay, yo le dije que sí. Ella dijo: 'prefiero tener un hijo muerto que un hijo gay', y me echó a la calle con 16 años recién cumplidos".
"Solamente tenía patatas que me regalaba la vecina de abajo. Durante un mes y medio solo comía patatas y agua". Michael dejó sin habla tanto a sus compañeros como a los tres implacables jueces, quienes no podían reprimir las lágrimas.
Por suerte, esa terrible historia, tuvo final feliz. "El Gobierno de California me puso en un programa de acogida de padres gais", reveló el aspirante. Y zanjaba afirmando: "Esto es no olvidarse nunca de donde viene uno. El plato más grande es porque quiero crecer".
Michael se ganó las felicitaciones de los tres jueces por su plato de Callos con patatas chips.
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