Carlos Cuevas: «Mi carrera profesional ha ido a muchas revoluciones»

El actor estrena este lunes ’45 revoluciones’, su primera serie como protagonista y se ha lanzado al vacío cantando por primera vez.

Antena 3 lanza este lunes ’45 revoluciones’, su nueva serie producida por Bambú Producciones y que supondrá un antes y un después en la ficción española pues es la primera que durará 50 minutos. La serie gira en torno al nacimiento de una nueva discográfica en los años 60 y los entresijos de sus trabajadores.

El protagonista principal de la ficción es Carlos Cuevas, quien interpreta a Rober Aguirre, un personaje con guiños a artistas de la época como Miguel Ríos y en la que el actor se tira a la piscina cantando por primera vez en su vida.

El joven actor nos habla en esta entrevista de las «revoluciones» a las que ha ido su carrera profesional a sus 23 años tras su personaje de Pol en ‘Merlí’ que se ha ganado un spin-off que comenzará a rodar próximamente y su fichaje por ‘Cuéntame’ donde da vida a Marcos, el novio de Inés.

¿Tu cantas o te has preparado para la serie? 

Carlos Cuevas: Canto para la serie.  Me llegó la propuesta de esta serie a finales de junio y, pese a que hubo varias versiones de guion desde que yo ya estaba en el proyecto, siempre el personaje que cantaba era yo. Cuando me lo ofrecieron, enseguida propuse cantar sin haberlo hecho en mi vida.

¿Cómo te has preparado para el personaje? 

C.C.: Me vi muchas películas biopics musicales y me detuve en uno, el de Johnny Cash de Joaquin Phoenix. En una entrevista le preguntaban que si cantaba y él respondió: ‘No, pero soy actor’. Me acogí a eso y dije ‘claro que sí’.

Estamos hablando de los sesenta en España, de la época del rock&roll y yo me imagino referentes a nivel mundial como Morrison, me atrevo hablar de Sabina incluso, Jimi Hendrix… Esta gente no ha trascendido por tener una gran voz sino por tener una personalidad brutal. El carisma y la interpretación tiene que ver con mi trabajo y creo que no es tan importante que Roberto tenga una voz brillante, sino que le dé un rollo atractivo y sea un líder en el escenario.

Has sido muy valiente al aceptar el proyecto sin haber cantado antes… 

C.C.: Sí, me he metido en un follón muy gordo, pero me habría dado mucha, mucha rabia verme a mí mismo doblado porque el personaje canta en todos los capítulos. Entonces, había habido de cinco a diez minutos en cada episodio donde mi voz no se habría correspondido con mi físico.

Yo cuando canto las canciones, soy yo quien escoge cómo digo las frases, si rasgo o no la voz… El trabajo de Fernando Jusid es exquisito, me ha formado constantemente. En cada capítulo, hay un canción en el que yo canto una versión de un tema actual transformado al sonido de los sesenta y, escuchándolas, molan mucho y yo soy muy fan de las covers.

¿Qué cantantes habéis versionado en la serie? 

C.C.: Hemos versionado R.E.M, Amy Winehouse, Lady Gaga, The Killers… La música es un personaje muy importante en la serie y ya no solo por las canciones que canto yo, sino también por la banda sonora.

¿Has descubierto gracias a ’45 revoluciones’ una faceta que desconocías? 

C.C.: Era como un sueño que yo sabía que nunca iba a cumplir. Es el típico ‘quiero ir al espacio y montar una banda de rock’ de cuando eres niño’. Toco la guitarra desde que tengo 13 años, pero nunca había cantado más allá de mi habitación.  Los sesenta es una época que me gusta porque soy un loco de Los Beatles ya que, de niño, convencí a mi familia para viajar a Liverpool y pegarme la ruta por sus casas.

Aquí me han dado la oportunidad de tener una banda de rock de mentira, y encima no he tenido que escribir las canciones, me han ayudado a cantar… es perfecto.

¿Cómo es la relación entre los tres personajes? 

C.C.:  Son tres personas que se necesitan en un momento muy concreto. Maribel empieza como una secretaria condenada a no poder ser más que eso, y gracias a la figura de Guillermo, que es un visionario, puede hacerlo. Él dice: ‘Marisol y Juanito Valderrama ya están caducando. Lo que se está escuchando en el mundo es esto’. Entonces la relación que tienen los tres es casual y se establecen lazos muy estrechos entre ellos y son una piña.

Tu personaje es el único de los tres que no está basado en alguien real… 

C.C.: Sí. Mi personaje se llama Roberto, pero su nombre artístico es Rober, en clara referencia a los artistas que traducían su nombre al inglés para internacionalizarse, como Miguel Ríos, que empezó como Mike Ríos. Al final mi personaje es un amalgama de muchos cantantes de la época y del espíritu de los 60. He leído mucho sobre Bruno Lomas, Los Brincos, Los Bravos, Los Pequeñiques y a nives internacional Rober llega «yo quiero ser Elvis Preasley o Chuck Berry».

¿Qué has aprendido de los hechos históricos de los sesenta? 

C.C.:  Te das cuenta que una dictadura es muy jodida, sobre todo para quien tenía unas pretensiones artísticas. Que jodido vivir bajo el mandato de un dictador y con la policía esperando a la salida de un concierto. Se toca el tema de la censura y el miedo a la represión. También es guay pensar en las figuras que nacieron en esa época pese al contexto.

Has comentado que en esta serie habéis roto las jerarquías y os han dejado aportar cosas a los actores, ¿qué has aportado tú? 

C.C.: Yo siempre intento proponer cosas porque no creo en la figura del jefe y creo mucho en el trabajar codo con codo y de tú a tú porque somos un equipo. Los directores me han dejado por ejemplo proponer físicamente cómo debía ser la puesta en escena de algunas escenas y algunas veces me lo han comprado y otras que no. Y también hemos propuesto algún cambio en el texto.

¿Qué significa para ti estar en una serie de Atresmedia?  

C.C.: Orgulloso, feliz, contento y siempre intento guiarme por la calidad del proyecto más allá del sitio en el que se encuentre. Aquí tenemos la suerte de que Atresmedia tiene su propio sello y que se ha convertido en todo un éxito no solo a nivel nacional sino también mundial. Yo soy alguien que no siempre defiende lo que hace, me atrevo a criticar proyectos en los que participo. Aquí me está pasando que creo mucho en la serie porque creo mucho en los directores y en mis compañeros.

¿No sientes que tu carrera ha ido y va a muchas revoluciones? 

C.C.: Objetivamente va a muchas revoluciones pero la ola no me lleva. Termino de rodar esto en dos semanas y luego me voy a Barcelona a ensayar el spin-off de ‘Merlí’ que arranca en nada el rodaje pero voy proyecto por proyecto y creo que esa es la mejor manera.

¿Cómo te diste cuenta de que querías ser actor? ¿Y cuándo? 

C.C.: Empecé a trabajar desde muy pequeñito, con siete años. Hacía teatro amateur en el colegio y fue casualidad absoluta ir a un casting de una película y que me cogieran. Luego hice mucha televisión en Cataluña, teatro, una serie de Antena 3 (‘Luna, el misterio de Calenda’)..

Para mí la interpretación era el juego más divertido del mundo y, a medida, que iba trabajando con actores y directos muy buenos, me di cuenta de que podía ser mi vida. Yo he estudiado Literatura en la Universidad para complementar mi trabajo como actor.

¿Cómo te defines?

C.C.: Soy muy responsable. Mi mayor virtud y mi mayor defecto es la autoexigencia, soy un tío serio. Me gusta ser consciente de lo que hago y las decisiones que tomo como actor son meditadas. Me marco unas metas altísimas.

¿Cómo llevas el tema de la popularidad gracias a ‘Merlí’ fundamentalmente?

C.C.: Bien. Llevo siete meses viviendo en Madrid y no he salido prácticamente de mi calle porque ruedo de siete a siete, llego a casa, estudio y a dormir. La fama es un daño colateral, la acepto con respeto, entiendo que forma parte de la industria pero no me paro ni un segundo a pensar en ella.

Ahora que has dado el salto a cantante, ¿te imaginas en ‘Tu cara me suena’? 

C.C.: No, no, eso no va a pasar (risas).

¿Qué nos puedes avanzar de la nueva temporada de ‘Cuéntame cómo pasó? 

C.C.: Ha habido un cambio generacional en la serie, se han ido figuras muy importantes y otras han venido. Yo creo mucho en que va a ir muy bien.