La fama más pasajera protagonizada por los supervivientes de esta edición.
Llegar a ser concursante de un reality show de la magnitud y popularidad de Supervivientes no es nada fácil. Muchos son los que desean con todas sus fuerzas estar en el candelero y tirarse del helicóptero, pero pocos lo logran, no hay sitio para todos. La dirección baraja las posibilidades de contratación gracias a los perfiles de personaje que quiere llegar a tener y analizando también el abanico de opciones que los representantes hacen llegar al despacho de la dirección.
Años atrás, hacia el 2000 o similar, era sinónimo de éxito concursar, y al acabar la hazaña, mantener ese éxito y popularidad. Recordemos las altas cantidades económicas que recibían los participantes de las primeras ediciones de Gran Hermano en concepto de bolos de imagen en locales de ocio nocturno, o lo bien pagadas que eran las participaciones o colaboraciones en televisión. Ahora ya todo ha cambiado, el mercado no tiene nada que ver, y los cachés son otros. De la misma manera que adquiere mayor fuerza que nunca aquello de ‘lo difícil no es llegar, sino mantenerse’. Eso lo saben muy bien los náufragos de esta exitosa edición de Supervivientes que hace pocas semanas finalizó. Está cantado que la mayoría de ellos tendrán que ganarse a pulso estar delante de una cámara con el piloto rojo encendido.
Sabiendo la trayectoria personal y profesional de cada uno de ellos, comprobando su paso por el concurso y sus intervenciones una vez expulsados, éste es el futuro más inmediato de cada uno de ellos:
Si empezamos por la pareja de la edición, la formada por Mayte y Fernando, viendo que salieron de los primeros y que después tampoco han generado ningún tipo de interés, a corto plazo les perderemos la pista. Los dos seguirán viviendo en Marbella, donde Mayte seguirá ejerciendo de abuela y Fernando dirigiendo su propio local de tapas llamado Puesto 85 situado dentro del Mercado Central de la ciudad marbellí.
Por otro lado, Saray Montoya puede que tenga un recorrido algo más largo si el destino está de su lado. Alguien con carácter, personalidad marcada y sello propio puede ser de interés para otro tipo de reality de convivencia como puede ser GHVIP. Aunque apostar de nuevo por ella no es fácil después de haber sido expulsada disciplinariamente ya en una ocasión. Su labor como diseñadora puede que se vea algo más reconocida, pronto visitará Barcelona gracias a la invitación de Eometric, un reconocido método de patronaje. A la espera quedamos de ver si alguna celebrity de las que ha conocido Saray, confía en sus manos y le encarga su traje de novia.
Si nos referimos a Adrián Rodríguez, poco hay que añadir. Pasó sin pena ni gloria, abandonó voluntariamente a los pocos días del inicio de la aventura y una vez en España su recorrido televisivo ha sido nulo. No genera nada de curiosidad a la audiencia, es alguien que no despierta nada de interés. Su finalidad a corto plazo espero que sea recuperarse, estabilizarse y organizar su vida tanto profesional como personal. Para ello necesita tiempo, fuerza, apoyo y sobretodo perseverancia. Viendo sus redes sociales la presencia y contratación en salas como imagen o DJ es de lo más mínima.
En el caso de María Lapiedra, el segundo abandono del año, para muchos se convirtió en la concursante más decepcionante de todas. Después de unos meses siendo el foco de la noticia, en la isla se mostró de lo más aburrida, sosa, derrotada y desganada. Su plaza como colaboradora habitual y estrella de Cazamariposas deduzco que la seguirá manteniendo, pero su relación con Gustavo a ver si llegan a comerse las uvas juntos en fin de año. María sigue siendo imagen de numerosos productos y marcas de ropa o complementos que gracias a sus redes sociales oficiales publicita y a cambio genera un beneficio económico. Personalmente su situación como madre esperemos que se estabilice y por el bien de las pequeñas, ella y su ex marido Marc lleguen a los acuerdos convenientes.
Si nos preguntan por aquel rostro que una vez salió del concurso nos ha sorprendido más seguramente todos estemos de acuerdo en nombrar a Melissa. Si bien es cierto que la mayoría de su concurso lo pasó sola o aislada en el Mirador, una vez llegó a España resurgió una nueva Melissa. Una chica guerrera, con voz y voto y argumento para todo aquel que cuestionara su concurso. Muchos deducimos que si hubiese sacado ese genio, garra y personalidad durante su estancia en la isla a lo mejor hubiera llegado bastante más lejos. La atractiva ex pretendienta de Suso, ha conseguido estabilizarse laboralmente en una entidad bancaria y el corazón lo sigue teniendo ocupado por el futbolista de tercera división, Ángel Mengual.
Aquella que no está pasando por su mejor momento una vez ha acabado el concurso es Isabel Castell. La modelo de ropa interior y empleada bancaria ha tenido que hacer frente a la venta de su antiguo hogar por parte de su ex pareja mientras ella estaba en Honduras. Esa es una faena de las grandes que la catalana ya ha puesto en manos de sus abogados. Televisivamente no tiene nada que contar ni que aportar a no ser esa desastrosa situación para los últimos veinte minutos de un Sábado Deluxe.
La argentina Romina Malaspina, tras pasar por una edición del Gran Hermano de su país y después intentar darse a conocer aquí, tiene la intención de quedarse. Aquello que parece tener más a mano es la oferta del trono de Mujeres y Hombres y Viceversa, cosa que ella cogería con los ojos cerrados. Si esto es así seguiría los pasos de Elisa De Panicis, también ex superviviente y posteriormente tronista. Dicen las malas lenguas que durante la fiesta final de Supervivientes tuvo más que miradas y gestos cómplices con Suso. No obstante, esperamos no volver a verla en la parrilla televisiva ya que fue la concursante más despreciable y oscura de la edición, y puede caer en el total olvido como ya lo hizo en su día Paola Carusso.
El nuevo futuro marido de Isa Pantoja, Alberto Isla, fuera de las exclusivas en revistas o intervenciones puntuales en entrevistas televisadas no tiene nada más que contarnos. Su personalidad llana hace que por sí sólo no genere nada de interés, destacando sólo cuando hay algo que lo vincula con su pareja y madre de su hijo pequeño.
La ex Miss España, Mª Jesús Ruiz, bastante tiene en estabilizar su vida personal judicialmente hablando. Los litigios con su ex y padre de su hija mayor la traen por el camino de la amargura. De caras al público ella defiende su amor por Julio a capa y espada, aunque según dicen él no es nada fiel. Por su perfil personal y carácter no nos sorprendería que ocupara una silla como colaboradora en Sálvame, el tiempo lo dirá.
El cantante Francisco no ha pasado desapercibido para nada en el concurso, siendo blanco fácil de muchas críticas por su peculiar manera de concursar hacia el resto. Fuera del programa ya ha concedido una entrevista a corazón abierto sobre su vida personal y musicalmente se dice que pueda que vuelva a sacar algún tema. Viendo el mercado musical lo mal que está creo que poco volveremos a saber de él, cayendo olvidado como Rafa Lomana por ejemplo.
Por último, al ex tronista Hugo Paz, poca trayectoria televisiva le espera si no es que alguna de las Suescun-Galdeano aceptara un cara a cara con él, o que suplique ser invitado a Sálvame para arremeter contra Sofía o Maite. Es un chico muy insulso que suscita cero interés. A ver si consigue ser fiel a esa chica de treinta años que dijo que estaba conociendo. Esperemos que ese sea su propósito.
Parece mentira que en tan poco tiempo se pueda llegar a vivir una experiencia tan increíble cómo debe ser participar en Supervivientes y días después de abandonar la Palapa caigas en el olvido de una manera tan rápida.
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