El machismo televisivo ha ido disminuyendo con el paso de los años, pero su presencia sigue ahí.
La televisión ha evolucionado con el paso de los años. La pequeña pantalla siempre ha representado los valores sociales de la época. Echando la vista atrás se observa como han ido variando esos valores hasta representar una televisión más igualitaria. Algunos buenos, pero otros carecen de esa bondad. Por ejemplo, el machismo siempre ha estado presente, ya sea en series, programas o anuncios.
Anuncios donde la mujer no tenía ni voz ni voto y siempre aparecían enfrascadas dentro en las tareas del hogar o cuidando de los niños. Aunque sí que ha habido un descenso de estas actitudes en la pequeña pantalla, se han seguido emitiendo anuncios de carácter machista, no tan fuertes pero que sí cosifican a la figura de la mujer. Un ejemplo fue el anuncio de “Qé! Crack” en 2013. O los famosos y polémicos anuncios de la marca "Axe", donde las mujeres aparecen como un trofeo si el consumidor decide utilizar su desodorante.
La ficción española también ha evolucionado con el paso de los años. El número de mujeres protagonista ha aumentado y las tramas entorno a su persona también ha ido in crescendo. Eso sí, el porcentaje de personajes masculinos protagonistas es aún superior, sobre todo, para personajes que tengan que ver con la ciencia ficción. No es extraño ver una serie donde las cuestiones laborales o profesionales de la trama están relacionadas con el hombre, mientras que la mujer suele tratar temáticas más personales y sentimentales. Sin poner en duda que muchos de los personajes interpretados están altamente estereotipados. Un ejemplo fue "Ana y los 7". Una desigualdad que ha ido disminuyendo lenta, pero progresivamente. El 45% de los personajes, en las series españolas, son interpretados por mujeres, una cifra asombrosa si lo comparamos con años atrás o con, por ejemplo, el cine español. Pero el aumento de personajes femeninos no va ligado con el segundo plano que obtienen en la trama, gran parte de las acciones principales son realizadas por hombres.
Aunque las actitudes machistas en televisión han ido disminuyendo, aún queda mucho recorrido para erradicar todas esas actitudes que son indirectamente machistas, ya sea de ámbito sexual, como la cosificación de la mujer, como profesional, obteniendo menos ofertas laborales en nuestra pequeña pantalla. Un proceso que tan solo acaba de comenzar. La televisión es mucho más que entretenimiento, es una plataforma potente para crear una sociedad más igualitaria.
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