La presentadora ha activado las alarmas tras conocerse que había vuelto a ser hospitalizada. No obstante, tranquilizó a la audiencia llamando en directo a 'Sábado Deluxe'.
El pasado sábado 18 de febrero saltaron de nuevo las alarmas por la salud de la mítica presentadora María Teresa Campos. En esta ocasión, se encontraba hospitalizada a consecuencia de un cólico, justo después de una operación de vesícula.
La hija de la comunicadora, Carmen Borrego, informó y tranquilizó a la audiencia desde el plató del 'Sábado Deluxe' de la situación de su madre: "Mi madre está tranquila. No hay un diagnóstico raro ni nada y en principio todo está bien. Si es verdad que según han ido pasando las horas está menos tranquila porque los hospitales no le gustan a nadie. No hay de qué preocuparse".
Minutos después, recibían la llamada de la colaboradora e hija de María Teresa, Terelu Campos, para confirmar lo que ya había dicho su hermana. "Para que ella se viniera esta mañana a urgencia es porque el dolor era de una gran consideración. Está en un sitio donde ella tiene un historial médico y se siente segura, y los doctores le han hecho todas las pruebas cuando ha llegado", afirmaba Terelu junto a su madre en el hospital.
En ese momento, Jorge Javier le pidió que le pasara el teléfono a su madre, fue entonces cuando la protagonista atendió a las peticiones del presentador. "Bueno, he pasado un mal ratillo esta mañana, pero eso yo ya lo veía venir desde hace bastante. Desde que hizo un año que me quitaron la vesícula empecé a tener molestias y gente a la que se la habían quitado me decían que habían tenido cólicos. Esta mañana me ha dado ese cólico para venirme aquí porque he sentido unos dolores inaguantables, pero me alegro mucho porque yo lo tenía que solucionar porque yo me levantaba ya con un dolorcillo ahí", sentenció María Teresa Campos.
La llamada finalizó con un toque de humor por parte de la presentadora, afirmando que "demasiado estoy hablando, porque no me dan ni agua". Jorge Javier y los colaboradores le dieron ánimos, y sentenciaron la llamada con Carmen Borrego diciéndole a su madre que "ya vale de darnos sustos".
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