El año que (casi) conocí a Laura Pausini

La cita era a las seis de la tarde. Debíamos ser puntuales porque no se podía retrasar el encuentro por problemas de agenda. Quizás, si no había tiempo a esa hora de la tarde para atender a todos los medios acreditados, retrasaríamos la conversación con ella después de su actuación que estaba prevista para las diez de la noche pero eso era algo más que improbable.

De esto hace ya veinte años. 1994 fue el año en el que conocimos en España a una jovencísima Laura Pausini. Aquella aparición en televisión fue una de las primeras delante del público español. Quién le diría que, veinte años después sería la protagonista de uno de los talents más seguidos de la pantalla amiga, televisión que emitía aquel año una de sus primeras actuaciones ante unos espectadores más que entregados a su música. Yo había empezado a trabajar en la emisora de mi pueblo y creo recordar que era una de las primeras salidas que hacía.

Laura fue invitada a un festival de la canción que ya ha desaparecido pero que, en aquellos años, aunque para muchos podía resultar algo petardo (sobre todo en sus últimos años de vida) lanzó a la fama a grandes voces de la música.  Por el festival de Benidorm, creado para promover la ciudad a imagen y semejanza del festival de San Remo de Italia, pasaron artistas de la talla de Karina, Dyango, Julio Iglesias, el Dúo Dinámico, Raphael, y artistas más recientes como Pasión Vega o la alicantina Inma Serrano. Es una pena que después de tantos años de vida (casi cuarenta) después de dar a la música canciones que se convirtieron en éxitos, poco a poco, casi sin darnos cuenta, fue perdiendo fuerza, perdiendo el buen nombre y la buena reputación que tenía. Su última edición fue en el año 2006.

En años pasados, en su etapa de mayor fama y popularidad, el festival de Benidorm descubrió a grandes voces, músicos, compositores… Era, sin duda, uno de los grandes reclamos de la época estival en la ciudad alicantina de los rascacielos.

Por aquel entonces, Laura Pausini había salido vencedora de un festival cortado por el mismo patrón que el festival de Benidorm y se encontraba en un momento muy dulce. Conquistó a los españoles con las canciones de su primer álbum homónimo, cantadas en español, y se hizo un hueco en nuestro país que, ahora, después de veinte años lo sigue ocupando más que nunca. “La soledad”, “Se fue”, “Amores extraños” y muchas más, son canciones que a día de hoy siguen siendo números 1 y las podemos escuchar en todas las radios de nuestro país.

Era imposible no enamorarse con Laura Pausini y de Laura Pausini. Desprendía belleza, ingenuidad, inocencia, dulzura y sus canciones hablaban de historias que nos resultaban muy cercanas a todos. ¿Quién no ha tenido que renunciar a un amor de juventud por culpa de la distancia? o ¿quién no ha sufrido en sus carnes el desamor y la sensación de tropezar dos veces (incluso más) con la misma piedra? Su primer álbum hablaba de todo eso bajo la mirada de una jovencita, de apenas veinte años, que empezaba a despertar al amor.

Dieron las seis de la tarde y ahí estábamos nosotros puntuales a nuestra cita, como nos habían dicho. Después de la prueba de sonido, Laura atendería a todos los medios que se habían acreditado y tendríamos la posibilidad de charlar con ella o de formularle algunas preguntas. Cada vez éramos más los locutores, cámaras, presentadores y periodistas que guardaban cola para conocerla. Me temía lo peor. Con tanto medio de comunicación importante, veía bastante difícil que pudiéramos acceder a ella sobre todo viniendo de una radio local, pequeña que intentaba hacerse camino en sus primeros años de vida. Comenzaron con las entrevistas las televisiones y radios grandes y el escaso tiempo que teníamos para entrevistarla, se iba agotando como una vela en una noche de tormenta.

Nuestro gozo en un pozo. Lo único que vimos de Laura esa tarde, fue el saludo que amablemente dedicó a los medios de comunicación que nos quedamos a un paso de aquella ilusoria entrevista. Pero como por aquel entonces no había ni móviles, ni Twitter, ni Facebook, no me queda otra opción que guardarlo en mi retina y no hago más que pensar que en ese saludo que dedicó a la prensa, me miró a mí y sólo a mí.

Es curioso que en todos estos años de profesión en la radio musical no se ha dado la oportunidad o la casualidad de entrevistarla. Pero yo sé que llegará ese momento y ahora sí que hay móviles y Twitter y Facebook para inmortalizar el encuentro.