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Puntadas de Marcelo | El oscuro Amanecer de Eurovisión

La noche comenzaba con buenas esperanzas para España, ya que Edurne entraba en el Top 10 de las apuestas eurovisivas. Este año le tocaba a Viena (Austria) llenarse de focazo y lentejuela por doquier. Y digo focazo, porque el escenario del estadio Wiener Stadthalle estaba compuesto de miles de tubos de luz, qué cuanto menos daba era impacto. El mayor concurso musical del mundo cumplía 60 años por todo lo alto, con Conchita Wurst, dejando claro la esencia de todo el conglomerado que implica este certamen, lentejuela y más lentejuela.

Edurne llegaba a Viena sin terminar de cuajar entre los eurofans, ya que sus actuaciones en España dejaban mucho que desear. No por ella, sino por la incapacidad de RTVE para poder producir una sola actuación de ella en condiciones. Gracias a Dios que desde Eurovision consiguieron potenciar toda la calidad que ella tiene, sin olvidar la presencia del bailarín Giuseppe di Bella, que presencia tiene para tumbar el escenario. Ellos han conseguido poner los pelos como escarpias de toda España, todos hemos quedado conmocionados con la lagrima de emoción de Edurne. El manto rojo de lentejuelas que la cubría para posteriormente dejar ver su vestido en tonos verdes con una gran abertura en la pierna, ha conseguido una puesta en escena lograda. Una actuación brava, y cuánto menos maravillosa.

Eslovenia dio paso a la novia del terror pegada a unos cascos, que alguien me diga el fuste de llevarlos durante toda la actuación, entiendo que son para que no se fijen en su cara.

La actuación de Francia es la típica que una vez que han cantado cuatro ya no te acuerdas de ella, porque no se debieron de enterar que no es un festival que se caracterice por puestas en escenas sencillas. Pastelón máximo.

Si aunque no os lo creáis, Israel lleva ya unos cuantos años cantando en el certamen europeo, el fuste no lo busquéis porque no lo hay. Pero oye los chavales con todo su rollo y vestidos por el estilista de Cristiano Ronaldo dieron algo de vida. Pero para la próxima vez, el medio esmoquin con las Adidas aladas y doradas os lo podéis ahorrar. Con tanto oro me aumentaron las diotrias.

Estonia es la llamada “actuación descanso” que siempre hay en este festival, estoy seguro que la gente aprovecho para ir al baño o llamar al Telepizza. A estos dos sosos se les olvidó pasar por peluquería por lo que se ve, o dedicaron todo el tiempo en maquillaje porque ella iba pintada como una puerta.



Reino Unido no se si será porque ha ganado 5 veces o porqué, es verlos cantar y nos hacen temblar. El cantante muy bien vestido, más original imposible. Ahora, ella con un vestido de flecos, de los cuales no se movía ni uno de lo poco que se movió en toda la actuación, tiesa como un palo. Menos mal que llevaban las lentejuelas que se iluminaban, porque como fuera por la actuación no me lo trago. Soporífera copia de la película El Gran Gatsby.

Armenia es un país que se le resiste ganar, pero es que plantean unas actuaciones que no hay por donde cogerlas. Era una reconstrucción entre los Caballeros del Zodiaco y el ojo de Saurios. Hice como que no habían actuado.

Lituania muy inteligente poniendo al guapete fenómeno fan de adolescentes. Los dos iban vestidos en azul griego y celeste, combinados al máximo exponente y con mucho rollo. Pero lo que está claro que lo mejor fue el momento beso.

Serbia, la cantante era la prima de Monserrat Caballé, vestida como una mesa camilla no le podían poner ya mas cosas encima, no sé ni como se podía mover con tanta ropa. Y pintada como una muñeca de porcelana. Aunque la canción tenia mucho tirón.

Noruega con una balada de las que enamoran. La pareja vestidos con cortes asimétricos que combinaban a la perfección con la romántica actuación. Claramente de lo mejorcito, elegante es la palabra que mejor lo define.


Suecia que a mí me cantan siempre, con el candidato del Melodifestivalen, que es de los grandes certámenes para elegir al candidato. El cantante es el tipo de hombre que con una camiseta y un pantalón consigue dar el juego de su vida gracias a toda la actuación que lo rodea. Y ya no es el rollo de él, sino el hecho de que él sabe que gusta. Lo que estaba claro que se iba alzar con el premio, entraba entre los favoritos desde el principio.

Chipre nos dio el momento drama, porque parecía que habían puesto un video a dúo entre el participante y alguien que había muerto, pero no oye, era el todo el rato. Un cuadro todo, en el traje entraban dos personas.

Australia, sí habéis leído bien. Este año era el país invitado a Eurovision, pero la gracia está en que también podían ganar, es de coñísima todo pero así es. Ahora yo no sé si era el sombrero, el look entero o como, pero cuanto moderno del que a mí me gusta. Estilo  Bruno Mars, muy bien planteado todo oye.

Bélgica, él se lo guisa él se lo come. Y digo esto, porque es el autor de absolutamente todo, desde la canción hasta la ropa. A mi la tendencia esta de la blazer prolongada me chifla. Todo en general muy asimétrico y atrevido.

Austria como anfitrión quiso dejar el listón alto un año más y tiro de temática hyspter. A mi es que salen así vestidos y con sombrero incluido, y ya se han ganado mi respeto. Aunque una actuación con exceso de apalanque, si se llegan a mover una pizca se rompen.

Grecia fue el ejemplo de la noche en que tener una gran voz hace muchísimo, y la cantante la verdad es que llenaba el escenario ella solita. Pero ese trapo por vestido que llevaba no tiene perdón. Yo me pase toda la actuación sufriendo por ella, porque pensaba que el exceso de ventilador o bien la tiraba o la dejaba desnuda.


Montenegro fue como el Titanic pero sin barco, ósea nada, tanto violín para nada. El cantante se quería hacer el interesante y el joven con las lentejuelas en la solapa de la americana, y eso ya está más visto que el pijama de Belén Esteban.


Alemania quería meternos en el bote con el ceñido mono de la cantante, si el mono muy bonito, pero el moño que te has plantado en la cabeza trae cinco espacies de cigüeñas que le han anidado ahí. Y si con todo esto no era poco, me cuelgo un pendiente igual o más grande que el moño. Es Eurovision, pero menos es más.

Polonia dio ejemplo, su participante en silla de ruedas dejo en mantillas a muchas de las actuaciones con su delicadeza para cantar. Además, de ir vestida impecable.

Letonia era un espectro rojo, que espanto todo. El vestido fue demasié, yo no entiendo como te lo colocas si tienes menos curvas que la T4. Parecía un muñeco de una tarta de boda. La canción tenia algo, pero no me cuajo. Se puede decir que era la gitana de WhatsApp.

Rumanía, como siempre cantando cosas que solo entienden ellos. Además, de ir vestido como si fuera la boda de “Farruquito”, dónde vas con el broche ese en el cuello que nos vas a dejar ciegos.

Hungría de lo más soporífero, no conseguía entender nada. La actuación parecía un velatorio, tanto por los vestidos como por la canción.

Georgia jugó al despiste, Carnaval no cae en primavera de momento. Un bozarrón, pero no nos castigues de esta manera con esas pintas. No procedía.

Azerbaiján después de la actuación Georgia quería terminar de rematarnos y enterrarnos a toda la audiencia vivos. Aunque me gusta la sudadera larga y es tendencia este año, no he entendido cual era el fin.


Rusia es ese país más cerrado que las puertas de las torres del Señor de los anillos, pero que siempre manda a Eurovision a lo más resaltan que tienen por allí a mano, y sobretodo enseñando carnaza. El vestido precioso hasta decir basta. Se quedo con la miel en los labios, para agrado de todos, que por nada del mundo queríamos ver ganar a Rusia.

Albania se paso con las tilas, y estaba tan sumamente relajada que no tenia ni fuerzas para cantar, bueno en realidad iba pasada de trankimazin yo creo, porque no podía ni abrir los ojos. Menos mal que el vestido ya lo hacia todo por ella, digno de una alfombra roja.

Italia con su trio nos dejo sin palabras, siempre con esa clase y porte con la que se caracterizan los italianos. Porque vaya tres sastres marinos perfectamente acompañados de esas camisas de ensueño abrochadas hasta el último botón. Además, de cantar como los ángeles. No se le puede pedir más a la vida.


Pero si hubo estrella en la noche, esa fue Conchita, impecable en sus cambios de vestuarios, a cual mejor la elección. Ayer de mostro ser una artista que sabe pisar un escenario, y lo que es mas importante moverse y llenarlo con su propia carisma. Símbolo de ser la diva europea del momento, cautivo toda la atención de manera abrumadora.

Un año más España queda en una posición que no nos merecemos, y es que cada vez tienen menos sentido los votos. Ya ni nuestros propios vecinos nos valoran, Portugal nos ha dejado todo claro con sus 3 puntos. A lo que hay que sumarle que ha sido un año de mucho nivel, había mucha voz y muy buena puesta en escena. Una de tantas veces vuelve a ganar Suecia, ya es un país experto en esto de Eurovision, y es que la canción pegadiza Heroes de Måns Zelmerlöw ha conseguido cautivar a todo el público.

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