La serie sigue la racha de "éxitos" de estrenos de ficción en Antena 3 y seduce a la audiencia española: 3.254.000 espectadores y el 17,1% de media para su doble episodio.
Gracias. Gracias por ofrecernos ficciones de tantísima calidad como la que estrenó ayer Antena 3, la británica 'Downton Abbey'. Un regalo de esos que escasean en la TV. Habíamos escuchado extraordinarias críticas de la ficción, pero ahora, tras visionar los primeros dos episodios, las comparto y reafirmo. No es de extrañar su excelente acogida por la audiencia española: 3.254.000 espectadores y el 17,1% de cuota de pantalla, líder de su franja, llevando a su principal competidora, la serie 'Ángel o demonio' de Telecinco, a su mínimo histórico (2.005.000 y 9,7%).
La serie cuenta, en primer lugar, con una gran factura artística y elenco actoral -como la conocida actriz Maggie Smith ("Harry Potter"), Jim Carter ("Shakespeare in love"), Elizabeth McGovern ("Ragtime") o Hugh Bonneville, entre otros-. 'Downton Abbey' nos ofrece una sucesión de cuidadas escenas, muchas de ellas rodadas en exterior, con una impecable fotografía, utiliza mucho los silencios, algo que juega aún más a su favor, pues podría correr el riesgo de acabar aburriendo, algo que no sucede en absoluto. Algunos podrían pensar que es mejor escuchar la serie en versión original, algo que no os recomiendo, pues las voces de doblaje en castellano son extraordinariamente buenas, sobre todo, la de la gran Maggie Smith.
Esta superproducción de época nos recuerda en algunos momentos a la mítica 'Arriba y abajo' y también por qué no, la podemos comparar a otras series de época "made in Spain" como 'La Señora', 'La República' o minisieres como 'La princesa de Éboli', pese a que nuestras pretensiones son más modestas: se convirtió en la más cara de la historia de la televisión británica -con un presupuesto de 1 millón de libras (1,2 millones de euros) por capítulo-, y sedujo allí a alrededor de 10 millones de espectadores. La serie nos ofrece un retrato muy fiel y realista de los rasgos y características de la sociedad británica de esa época -comienzos del siglo XX-, de las confrontaciones entre las clases, de la pertenencia cerrada a uno u otro grupo, en definitiva, una representación entre dos fronteras diferenciadas: los ricos y los pobres.
Felicitar además a la cadena, al hacerse con los derechos de 'Downton Abbey', una apuesta a priori arriesgada. A Antena 3 se le pueden reprochar muchas cosas, tiene sus defectos, entre otros el seguir una línea editorial que no comparto en absoluto, pero apostar por ficciones tanto españolas como extranjeras de gran presupuesto, con historias y tramas extraordinarias, originales, dirigidas a distintos targets de edad, innovando y cuidando básicamente a sus espectadores y sus productos, lo hace, a diferencia de Telecinco. Las comparaciones son odiosas, pero no es de extrañar el batacazo que se han llevado con 'Ángel o demonio'. El dato PONE lo que pone...
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Sobre la firma
Periodista especializado en televisión. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Director y creador de El Televisero en mayo de 2009. Apasionado de los medios y la política.