Antonia Dell'Atte denuncia violencia machista de Alessandro Lequio, señala "el altavoz de Ana Rosa" y pide actuar a Igualdad

Antonia Dell'Atte ha concedido su entrevista más sincera a 'El País' donde denuncia malos tratos de su exmarido Alessandro Lequio y carga contra Ana Rosa y otros rostros televisivos

Antonia Dell'Atte en 'Bailando con las estrellas'.

Foto: Telecinco

Fue el 9 de marzo de 1991 cuando Antonia Dell'Atte interpuso una denuncia en una comisaría de Chamberí contra el que, en aquel momento era su marido y padre de su hijo, Alessandro Lequio, y actual colaborador de 'Vamos a ver' (Telecinco). Lo hizo, según consta en ese documento, "por abandono familiar y malos tratos físicos y psíquicos". Aunque después optó por retirarla.

Ahora, treinta y cuatro años después de aquello, Antonia Dell'Atte ha revivido su pesadilla en una durísima entrevista concedida al diario 'El País'. En pleno 2025, la italiana considera que "hay cosas que no han cambiado. Las mujeres han evolucionado y algunos hombres también. Pero sigue habiendo mujeres con miedo, maltratadas, asesinadas, y a las que a veces las propias leyes no protegen bien. O como yo, que denuncié pero luego la retiré. Eso sí, a mí la policía me creyó".

Antonia y Alessandro se conocieron en 1986, en Italia, donde ella era modelo para Giorgio Armani. Se empezó a dar cuenta de que el italiano no era tan romántico como se había presentado el "día que me dijo 'yo te defenderé'. Esa palabra… Con el tiempo entendí que los hombres no te tienen que defender, te tienen que apoyar. Pero empezaba la manipulación. También hubo algo raro cuando me preguntó cuánto dinero tenía".

Antonia Dell'Atte: "La primera patada Lequio me la dio estando embarazada"

Entonces comenzó la manipulación: "Decía que no tenía en los amigos. Me decía 'tú no tienes amigos. Nadie te quiere, te utilizan'. Yo repetía que no, que claro que eran mis amigos. '¿Esta es tu amiga? Esta me la follo cuando quiera. ¿Y tu familia? Son muy pobres, de ahora en adelante no tienes que verla, ahora eres condesa'. Yo quería que conociera a mi familia, le decía que tenía que conocerla".

Ahí empezó a aislarla de sus amigos y familia: "Ya me había casado y ya estaba embarazada. Era octubre de 1987. Me enteré de que llamaba a mis amigos y los amenazaba si no me dejaban en paz. Cuando nos fuimos de luna de miel ya no era feliz. Pensé: '¿Con quién me he casado?'. Siempre estaba nervioso. Vivía en el terror, con ese hombre que era segundo dan de kárate".

Antonia Dell'Atte confiesa que "la primera patada que me dio Lequio, estando embarazada, fue a la vuelta de la luna de miel. Llegamos, abrí el buzón, cogí una carta con mi nombre y dijo: 'tú ya no te llamas Antonia Dell’Atte', y ahí llegó la primera patada y mi gran pesadilla. Me decía que iba a destruir mi nariz para que no fuera guapa. Nos fuimos a vivir a Turín con su familia y yo no podía contactar con la mía ni con mis amigas. Me obligó a dejar de trabajar y estaba encerrada en casa. Se iba al trabajo, volvía y me decía 'te controlo, hoy has ido con el niño y he visto que mirabas a otros hombres'".

"El día que nació mi hijo, ve a mi madre entrar, se da la da la vuelta y se va a un combate de karate. Se creía superior. Tuvimos una especie de reunión con su madre, la mía, su abuela, y mi madre le dijo: 'si vuelves a tocar a mi hija te vas a enterar'. Pero ella vivía en el sur de Italia y yo estaba sola. Solo quería irme, escapar", asegura la modelo.

Lo que dijo Lequio de Ana Obregón al conocerla

Antonia Dell'Atte le pidió el divorcio, pero él le contestaba si tú me dejas, te mato y a tu familia'. Eran amenazas increíbles. Luego me pedía perdón. O a mi madre. Yo ya no estaba enamorada, no tenía ni relaciones. Me daba, literalmente, asco. Aguantaba esperando ver cómo podía huir de todo esto".

Cuando llegaron a vivir a España, ella era una persona anónima: "Seguía sin poder trabajar. Pero empezamos a hacer vida social. Nos invitaron a una fiesta de Chanel en Las Ventas, nos encontramos con Ana Obregón. Me caía simpática. Él me dijo: 'este tipo de mujer en mi casa no entra, Antonia, somos familia del Rey, hay que tener cuidado'. Meses después, descubrí que estaba con ella y pensé 'me he librado, ya está' Le dijera que cogiera sus cosas y se marchara y me dijo que no, que esperara a que se le pasara el calentón. ¿Qué calentón? Los tres años que yo viví en el infierno que no podía ni moverme, amenazada. Busqué a un abogado y pedí la separación. El 8 de marzo de 1991 se había ido y se había llevado muchas coas de casa. Lo decidí, me fui a denunciar. Cambié la cerradura", recuerda.

Durante la entrevista, Antonia Dell'Atte considera que la prensa del corazón sigue blanqueando la violencia machista: "Más que blanqueamiento, son manipuladores, desinforman, encubren. Muchos, muchos periodistas se han sentado al lado de él, sabían y han callado, o los han hecho callar. A mí me ha querido censurar, cuando yo lo que quería era aportar lo que viví por otras mujeres, decirles que de esto se puede salir, que se puede denunciar".

La petición de Antonia al Ministerio de Igualdad

Según la italiana, "la prensa nunca me ha respetado. Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos, Xavier Sardà que decía 'Antonia, es un buen hombre, tienes que dejarle ver al niño'. Yo siempre quise protegerlo de esa violencia, que no viera a su madre con un ojo morado. No tiene relación con su padre desde hace mucho tiempo y él se permite en televisión dar consejo a otras madres (Rocío Carrasco), y no habla de las mujeres, las juzga. Tiene un altavoz al lado de Ana Rosa".

Antonia Dell'Atte critica la defensa que la presentadora ha hecho de su colaborador: "Ha dicho que Lequio está siendo criticado de un lado, pero del otro está siendo comprendido. El señor Lequio no ha sido condenado porque no ha habido un proceso contra él, el delito había prescrito, pero la justicia sí reconoció que era un maltratador. Y lo que creo es que nunca tendrían que prescribir los malos tratos. Se tiene que poder llevar a un juicio a un maltratador después de 10, 15 años".

"Los programas te hunden, te revictimizan y ponen en duda lo que estás diciendo y lo hacen pasar por trapos sucios. Los maltratadores, aunque no tengan condena pero si han sido reconocidos, no pueden suponer un ejemplo. El señor Lequio debería reconocer lo que me hizo, pedir disculpas, retirarse y curarse de su agresividad. Y el Ministerio de Igualdad tiene que intervenir en estos programas. Frivolizan mucho sobre la violencia, gente que va a hablar de malos tratos y en la pantalla ni siquiera aparece el 016", sentencia, haciendo referencia al número de teléfono para denunciar violencia de género.

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