'Succession' es, desde luego, una de las series más influyentes de la televisión de las últimas dos décadas. El drama creado por Adam McKay, con Brian Cox como patriarca de una familia que solo busca el poder a cualquier precio, no inventó la rueda. Pero llevo los dramas familiares (y empresariales) a un nuevo nivel. Desde 'Galgos' a 'Yellowstone', este subgénero está viviendo una nueva edad de oro. Porque recordemos 'Dinastía' o 'Falcon Crest' en los 80. Todas historias similares, caras de una misma moneda. Y ahora Netflix parece que llega para darle una nueva vuelta de tuerca con su serie 'La Casa Guinness', que se ha estrenado esta semana con sus 8 episodios ya disponibles en la plataforma.
Creada por la mente detrás de la mítica 'Peaky Blinders' (sí, la serie de Cillian Murphy que puso de moda el peinado que llevan todos los adolescentes desde hace años), Steven Knight, nos llega la historia de cómo la famosa marca cervecera Guinness llegó a ser tan famosa, y una de las cervezas más vendidas del mundo. La trama comienza con la muerte del patriarca de la empresa, y como sus cuatro hijos (tres chicos y una chica) tienen que seguir el legado que dejó su padre, llevando la marca familiar a nuestros estándares. Todo ello en la turbulenta Irlanda de finales de siglo XIX, con los nacionalistas (llamados fenianos) llevando la agitación a las calles. Y, por supuesto, con dramas culebronescos mediante.
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El presupuesto de la serie se nota abultado, porque la recreación es milimétrica, y es brutal. A veces uno tiene la sensación de estar viendo una película. Y no es para menos, porque son 8 episodios cada uno de una hora de duración. Casi son películas independientes que nos van llevando de la mano por la historia. Aunque realmente 'La Casa Guinness' no nos lleva de la mano: nos empuja con agresividad. Nos lanza al suelo para mostrarnos una historia sucia, sin concesiones, pero con mucho humor irlandés. Y eso no solo es gracias a su guion ágil, sino al buen hacer de sus protagonistas: Anthony Boyle ('Tolkien'), Louis Partridge ('Enola Holmes'), Emily Fairn ('Black Mirror') y Fionn O’Shea ('Normal People'), quienes interpretan a los hijos de Benjamin Guinness. Destacando por supuesto a James Norton, que da vida al capataz de la fábrica, y su presencia es intimidante.
Se nota que Steven Knight se ha debido ver varias películas de Guy Ritchie, porque la serie de Netflix es deuda del estilo tan marcado y desenfadado del realizador británico. Las coreografías de lucha, el montaje a veces torpe, a veces adrenalítico, pero siempre con un propósito. Esa música que mezcla canciones modernas para una historia de la que ya ha pasado más de un siglo. Por momentos nos puede recordar a su Sherlock Holmes, o incluso a su serie de Netflix 'The Gentlemen'. Hay mucha mala leche en algunas situaciones y personajes. Y volvemos a insistir, la agilidad de sus guiones hace que todo el conjunto tenga mucho más ritmo.
Obviamente se toma bastantes licencias narrativas, y no podemos pensar que todo lo que vemos es 'históricamente correcto'. La base está. El resto busca la impresión con una dirección artística cuidadísima. Es verdad que no es una serie para todos los espectadores. Puede ser densa, puede llegar a atosigar más de la cuenta. Porque, al final del día, 'La Casa Guinness' no es una serie fácil. No es una serie para todos los gustos. Pero si entras en su dinámica, al igual que pasaba con 'Peaky Blinders', vas a disfrutar mucho de lo que te ofrece. Hay momentos que parece 'La edad dorada' pero con esteroides, y que va a aparecer Carrie Coon por las calles de Irlanda para repartir estopa con un bastón. Porque la serie tiene violencia, por supuesto. No es 'Gangs of New York' pero se le acerca por momentos.
La excusa es la historia familiar de los Guinness, pero al final lo que conocemos es cómo se forjó la Irlanda de comienzos del siglo pasado. Las protestas, las dinámicas sociales, la lucha de clases, las peleas empresariales… Vienes por la cerveza y te quedas por la sangre, no siempre explicita, todo hay que decirlo. Tejemanejes en las sombras, conspiraciones entre hermanos, puñaladas traperas. Lo dicho, una 'Succession' adaptada, dejando atrás los brillantes rascacielos neoyorquinos. Una seria candidata a convertirse en una de las mejores series de 2025. Y eso que hay competencia, ¿eh?
De qué va 'La Casa Guinness'
Un relato épico inspirado en una de las dinastías más famosas y duraderas de Europa: la familia Guinness. Ambientada en las ciudades de Dublín y Nueva York del siglo XIX, la historia empieza justo después de la muerte de Sir Benjamin Guinness, artífice del éxito de la destilería Guinness, y narra el impacto de su herencia en el destino de sus cuatro hijos adultos (Arthur, Edward, Anne y Ben), así como en una serie de dublineses que trabajan o participan del fenómeno Guinness.
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