Vale, hemos de admitir que Marvel no siempre ha hecho las cosas bien en cuanto a series se refiere. La llegada de Disney Plus le dio muchas más opciones para expandir su ya de por sí abultado universo cinematográfico. Eso sí, empezó con muy buen pie. Primero tuvimos esa obra maestra que es ‘Bruja Escarlata y Visión’ (‘Wandavision’ en el original). Una serie arriesgada en lo formal, repleta de giros y teorías, que llenaron las redes durante dos meses. Sentó las bases para lo que estaba por venir en la era multiversal de Marvel. Aunque luego todo se quedara en promesas y pocos hechos. Y precisamente esta nueva serie, ‘Agatha, ¿quién si no?’, recupera al mejor personaje de esta primera ficción, y nos ha traído sus dos primeros episodios este 19 de septiembre.
Porque aunque Elizabeth Olsen es brillante como Wanda Maximoff (la propia Bruja Escarlata), cómo no sentir debilidad por la bruja malvada de Agatha Harkness. Y en su serie en solitario, tiene todas las oportunidades para brillar. Kathryn Hahn demuestra lo buena comediante que es, ya desde los primeros minutos. Porque la serie comienza haciendo una parodia directa de ‘Mare of Easttown’, la ficción criminal de Kate Winslet. Agatha (a la que aquí llaman Agnes) está atrapada en el conjuro que hizo la Bruja Escarlata. No recuerda quién es, y no puede abandonar Westview. Hasta que aparece un cadáver… el de la propia Wanda. Y ese hecho desencadenará toda la trama.
‘Agatha, ¿quién si no?’ se mueve continuamente entre diferentes géneros, destacando la comedia y, sorprendentemente, el terror. Pero, por encima de todo, la serie de Marvel es su propuesta más queer hasta la fecha. ¿Un adolescente gay rodeado de brujas cuarentonas y cincuentonas? ¿Qué hay más queer que eso? Porque también tiene momentos musicales, y una Aubrey Plaza que derrocha química con Kathryn Hahn. Lástima que todo parezca indicar que este proyecto vaya a ser una rara avis, sobre todo después de ciertas informaciones que han ido emergiendo. Al parecer, desde Disney culparon del fracaso de ‘Lightyear’ al beso entre dos mujeres que aparece casi al inicio de la película. Y ese fracaso provocó que, en los despachos, la gente se pusiera nerviosa.
Solo esperamos que no sea una excepción y este tipo de producciones más arriesgadas empiecen a asentarse en el MCU, porque el público lo demanda… y lo merece. Y ‘Agatha, ¿quién si no?’ nos lo da continuamente. Es verdad que es varias series en una, y no siempre funcionan todas (aunque solo hemos podido ver los cuatro primeros episodios). Pero el aquelarre principal es tan divertido, y todos los intérpretes parecen pasárselo tan bien, que poco importa que haya esquemas demasiado repetitivos. Porque la serie de Marvel es un gran homenaje a esas películas y series de los 90 y comienzos de los 2000, que buscaban entretenimiento y diversión. Además, todo el lore que nos da sobre las brujas es inspirado y original.
Sí que tenemos que destacar, para mal, un montaje por momentos atroz. Sobre todo en los dos primeros episodios. Tanto en las escenas (escasas) de lucha, o en algunos planos contraplanos que parecen de primero de carrera. Pero salvo eso, todas las piezas están bien engrasadas. Y si una se sale de su cometido, el resto llegan al rescate. Es decir, las protagonistas. Todas ellas derrochan química, y magnetismo, además de un Joe Locke que ha llegado para quedarse. Los fans de Marvel llevan teorizando sobre su identidad desde hace meses (y todo parece indicar que será Billy Maximoff, es decir, Wiccan, miembro de los Jóvenes Vengadores, e hijo de la propia Bruja Escarlata).
La serie tiene mucho para crecer porque establece ya desde el primer capítulo varias subtramas que pueden ser interesantes y desencadenar en un desenlace apoteósico. Quién sabe, quizá hasta veamos a la propia Bruja Escarlata hacer un cameo. Sí que es verdad que la historia, en manos de otro realizador podría haber dado mucho más de sí, pero Jac Schaeffer conoce muy bien a sus personajes. Así que, ¿qué más podemos pedirle a ‘Agatha, ¿quien si no?’.
Así es ‘Agatha, ¿quién si no?’
La trama nos deja en un punto muy interesante, con nuestra Agatha y el adolescente misterioso, teniendo que recorrer la Senda de las Brujas. La leyenda dice que, si llegas al final, podrás conseguir lo que quieras. Agatha quiere recuperar su magia. El adolescente, poder. Pero, para recorrer el camino, debes tener un aquelarre y ahí entra esa mezcla de diferentes mujeres que buscan sus propios objetivos. Aparte de Debra Jo Rupp, que no sabe ni dónde está, pero es uno de los contrapuntos más divertidos del segundo episodio.
Visualmente y musicalmente, es un producto totalmente Marvel, pero que supera con creces a las últimas series que nos había mostrado el estudio. Es decir, se podría colocar fácilmente en el top5 de series de Disney Plus de Marvel. Porque, aunque pueda parecer pequeña en algunos momentos, busca desmarcarse de todo y conseguir su propia voz, su propio tono. Su propia identidad. Y, como hemos dicho, esa identidad es 100% queer, así que lo único que podemos hacer es aplaudir a Schaeffer por traernos, al fin, esa serie que llevábamos tanto tiempo demandándole al MCU. Larga vida a Agatha Harkness y a su aquelarre.
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