‘La Promesa’: Avance del próximo lunes con el entramado que hay tras el robo a Lorenzo

‘La Promesa’ ha arrancado este viernes con esa dura conversación entre Jana y Manuel en la que la doncella le ha dicho que no quiere volver a verle nunca más. Parece que han surtido efecto las burdas manipulaciones de Abel. Le ha abducido. Jana le ha confesado que le desgarró que se fuera de La Promesa cuando más le necesitaba a cuenta de la desaparición de María Fernández.

Precisamente María tiene entre ceja y ceja a Vera, pues sigue pensando que la han contratado para reemplazarle. Descarga toda su ira con ella y se aleja de su imagen dicharachera para mostrar su cara más desagradable e injusta con la recién llegada. Los desaires son constantes y ha malmetido contra ella ante Petra. Mientras tanto, Pelayo sigue articulando con Mr Cavendish cómo realizar la entrega del nuevo cargamento de armas frente a las trabas del marqués.

Curro ha orquestado un encuentro con Pía y Jana para que arreglen su fracturada relación. El muchacho le ha prometido a la ama de llaves de La Promesa que va a mantener a salvo el secreto sobre su hijo y le ha insistido que no debe temer por la seguridad de Dieguito. Finalmente, ambas se han reconciliado fundiéndose en un emotivo abrazo.

Por su lado, Leonor sigue empeñada en marchar a Estados Unidos para trabajar en una prestigiosa revista. Los marqueses se niegan en rotundo, pero ella no desiste y les muestra documentación que acreditaría que esa oferta no es falsa. Está dispuesta a cruzar el charco y perseguir su sueño con o sin su autorización. Tal es su obsesión que propone a Curro y Martina fingir que se han reconciliado porque eso le favorecerá para que sus padres entren en razón.

Quien también se ha rebelado contra Cruz ha sido su hijo Manuel, que le advierte de que no se va a doblegar más ante sus exigencias respecto a su matrimonio con Jimena. Entretanto, un mago e ilusionista se ha presentado en La Promesa de improviso. Quiere dar una exhibición privada en palacio y Alonso acepta la actuación, cree que un tiempo de asueto vendrá bien. Sin embargo, no llegan buenas noticias porque alguien ha robado un valiosísimo reloj de Lorenzo, el capitán de la Mata.

Avance del capítulo 275 de ‘La Promesa’ – Lunes 22 de enero

El robo del reloj de Lorenzo pone en jaque a toda La Promesa. El militar señala al servicio y empezarán las investigaciones para dar con el ladrón que se ha hecho con un objeto de tantísimo valor. Don Rómulo reúne a todos sus subordinados para pedir explicaciones. ¿Ha sido María Fernández? Hay sospechas.

Y es que, como hemos podido ver en el capítulo que TVE ha ofrecido este viernes, María le ha quitado de las manos a Vera las sábanas que se disponía a llevar a la alcoba de Lorenzo. Y se ha ofrecido a llevarlas ella. ¿Escondía la intención de jugársela a la recién contratada, a la que tiene en el punto de mira?

No sería descabellado que María hubiera podido sustraer el reloj del capitán para que la responsabilidad recaiga sobre Vera cuando se compruebe en el cuadrante de trabajo que era su cometido encargarse de preparar la habitación de Lorenzo. De este modo, sería expulsada de La Promesa, justo lo que busca María.

De hecho, Lorenzo exigirá averiguar quién cambio las sábanas de la habitación y cuando se descubra que en teoría debía ser Vera, la joven no solo se enfrentaría a su despido fulminante, sino a ser encarcelada. ¿Realmente habrá sido capaz de hacer algo así María?

Mientras, Jana y Manuel están más alejados que nunca y ella dice que tiene que aprender a querer a Abel. Precisamente el médico mantendrá una misteriosa conversación con su padre en la que le conminará que tanto él como su madre deberán hacerse cargo «del problema» solos. ¿Pero de qué problema habla?

En paralelo, todos en La Promesa se preparan para disfrutar de un espectáculo de ilusionismo que unirá a la zona noble y a los criados. El mago ofrece la función y todos parecen celebrarlo a excepción de Cruz. Pero, sin lugar a dudas, lo mejor del espectáculo es la sorpresa que Pelayo le tiene preparada a Catalina.

A espaldas de todos, Jerónimo aprovecha el espectáculo del mago para hacer la entrega de armas a Cavendish. Ese era el plan que tenía con Pelayo, contratar a un ilusionista como maniobra de distracción.